Después de lograr el objetivo de evitar a España en el cruce cuartos, Inglaterra quiere seguir con su escalada en una Eurocopa que no parecía confeccionada a su medida tras la llegada a toda prisa de Roy Hodgson. El técnico se encomienda a Rooney, que no jugó los dos primeros encuentros por sanción, para contrarrestar hoy (20.45 horas, Telecinco) la sociedad Cassano-Balotelli.

Un fútbol de etiqueta como el inglés mantiene una asignatura pendiente en la Eurocopa, una competición que nunca ha ganado y en la que ni siquiera ha sido finalista. Hoy se mide a Italia, que parte como favorita. Al igual que su rival, el combinado de Prandelli también pretende dar un salto de calidad para buscar las semifinales.

Después de cerrar la primera fase como primera de grupo tras empatar con Francia y vencer a Suecia y Ucrania, el objetivo del equipo de Hodgson no es otro que recuperar la senda del triunfo ante los transalpinos, a los que en los últimos 30 años solo han ganado en dos ocasiones.

Para intentar conseguirlo hoy en el Olímpico de Kiev, se apunta a Rooney como la gran esperanza inglesa. El delantero del Manchester United acudió a su habitual cita con el gol en el primer choque que disputó en este torneo frente a la selección de Ucrania, después de cumplir una sanción de dos encuentros.

Además de Rooney, Gerrard buscará a sus 32 años cerrar su capítulo con la selección inglesa, que se inició en el 2000. Desde entonces no ha pasado de cuartos de final en dos Mundiales y en otras tantas Eurocopas. Para contrarrestar la presencia del jugador del Liverpool, Italia presume de Pirlo.

Mientras, su entrenador se ve obligado a defenderse de las críticas y de las acusaciones de jugar como Italia. "No sé qué significa eso", declaró Hodgson. Por su parte, Prandelli alabó la organización de Inglaterra. "Tienen grandes jugadores. Nosotros tenemos que entrar en el partido sin miedo", declaró el técnico.