Maverick Viñales habla poco. Habla, sí, siempre con media sonrisa en sus labios, siempre con el convencimiento de que puede tener un día mejor y que esto solo acaba de empezar. Por eso cuando le cuentan que, desde fuera, la carrera de Moto3 ha sido muy divertida, disputada y vistoso, él puso cara de no habérselo pasado tan bien o, al menos, de que hubiese preferido escaparse. "Pero escaparse aquí, en Silverstone, es casi imposible pues en cuanto empezaba a rodar rápido, se ponían en fila detrás de mi y, solo con el rebufo, seguían pegaditos a mi", explica el joven de Roses, que sigue sin poder brindar con cava en el podio. Por la edad, claro. "No me cabe duda que, desde fuera, ver a nueve pilotos, a nueve motos, en fila india, pasándose unos a otros, puede ser divertido pero, cuando hemos empezado a hacer el tonto, es decir, a molestarnos, cuando la cosa se ha puesto peligrosa es cuando he preferido irme y, aunque me han seguido, y bien, Luis (Salom) y Sandro (Cortese), la verdad es que me he quedado un poco más tranquilo". Para Viñales, que le ha recuperado al alemán de KTM 14 puntos en las dos últimas carreras, "una cosa es pelear por el podio contra dos pilotos y otra, muy distinta, hacerlo contra siete u ocho". El piloto de Roses está convencido de que el nuevo campeonato de Moto3 será así todo el año. "Yo hice muy buena pretemporada, sí, pero hay que ser regular".