El ciclista español Ion Izagirre, del Euskaltel-Euskadi, se impuso ayer en la decimosexta etapa del Giro, mientras que Joaquím Rodríguez (Katusha) mantuvo sin problemas la maglia rosa en la primera de las cuatro jornadas complicadas que le quedan. Mientras toda la atención se centraba en si los aspirantes atacarían el liderato del de Paret del Vallés en los duros tramos hacia la meta, con rampas del doce por ciento, pero nadie, ni siquiera el catalán, especialista en este tipo de subidas, decidió inquietar y prefirió reservar fuerzas para lo que les espera, con las auténticas y decisivas jornadas en los Dolomitas.

Así, el protagonismo fue absoluto para Izagirre, que dio a la siempre batalladora formación naranja su primera victoria en Italia, y, a título personal, la segunda del año 2012, tras la conseguida en la pasada Vuelta a Asturias.

Y todo ello después de un día soleado y sin la aparición todavía del temido frío por muchos de los ciclistas. Tras el día de descanso y con lo que se avecina por delante, el gran grupo se lo tomó con calma y de ellos se beneficiaron los aventureros del día.