El Vicente Calderón no es una alternativa al Santiago Bernabéu que contemplen ni el Barça ni el Athletic para disputar la final de la Copa del Rey. Los dos clubs aún esperan una notificación oficial conforme el Real Madrid se niega a ceder su estadio, ya sea del propio club o de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ayer también salió al paso para desmentir la elección del Calderón, el campo del Atlético, para acoger el partido y, por consiguiente, que se disputará el 25 de mayo.

Doce días después de la reunión que mantuvieron los equipos con la federación, en la que transmitieron su deseo de jugar en el Bernabéu (13 de febrero), la final sigue sin tener una sede ni una fecha concreta. En contra de las informaciones respecto a un acuerdo para jugar en el Calderón, todas las partes implicadas lo desmintieron. El Athletic emitió una nota en la que dice esperar la convocatoria de la RFEF para una segunda reunión.

El Athletic dice algo más. Para empezar, que su primera opción, como la del Barça, sigue siendo jugar en el Bernabéu, y que no le consta de que dicha propuesta "haya sido desestimada" por el Madrid (nunca ha comunicado oficialemente que vaya a hacer obras y que se niegue a albergar la final) o por la federación. El Athletic lamenta "las especulaciones" sobre la fecha y la sede de esta final maldita, "que en nada beneficia" a los clubs "ni a sus aficiones".

La presunta alternativa del Calderón aparecía por la voluntad de Barça y Athletic de jugar en Madrid por que la distancia a recorrer por sus respectivos seguidores era más similar a la de Mestalla, más próxima a Barcelona que Bilbao. Pero la prioridad del aforo, como argumentaban los clubs para pedir el Bernabéu, no se soluciona con el Calderón. El recinto colchonero tiene capacidad para 54.000 espectadores. En Mestalla caben 52.000 personas.

La alternativa del Calderón ofrece otro inconveniente. Obliga a que la final se dispute el 25 de mayo, casi dos semanas después de terminar la Liga.