Hace tres años que el Betis y el Sevilla no se enfrentan, tres años de ausencia del derbi hispalense por el descenso a Segunda del equipo verdiblanco. El último data de febrero del 2009, y por entonces aquellos choques todavía contaban con una tremenda tensión, la que desprendía el enfrentamiento entre Manuel Ruiz de Lopera y José María del Nido y la que llegaba como consecuencia de interminables polémicas en derbis anteriores (botellazo a Juande Ramos, declaraciones despectivas, el busto de Lopera...).

"Fiesta del fútbol"

Ahora, tras una ausencia demasiado larga para una ciudad como Sevilla, que respira rivalidad futbolística, vuelve el gran duelo (22.00 horas, La Sexta). Pero vuelve cambiado, más amable, calmado, cordial e igualado. El Betis ya no es el que era, para bien. Con Lopera fuera del club, el presidente, Miguel Guillén, ha apostado por recuperar "el derbi de la normalidad, como los antiguos". Y ha puesto de su parte. Loas y máximo respeto al eterno rival. Y no ha sido menos el Sevilla, que ha recogido el guante. "El derbi debe ser una fiesta del fútbol sevillano, sin incidentes, tenemos que dar una imagen diferente a la de los últimos años", ha recalcado Del Nido esta semana, en la que ha coincidido cuatro veces con su homólogo bético.

La semana ha transcurrido con relativa normalidad. Tan solo algunas declaraciones con algo de picante por parte de Pepe Mel a raíz de unas declaraciones de Marcelino el pasado verano acerca de que el Betis no lucharía por los mismos objetivos que el Sevilla. Solo tres puntos separan a blanquirrojos y verdiblancos. "Si gana el derbi, este equipo permanece en Primera con la gorra", vaticinó Mel. Ambos debutarán en un derbi. Más revuelo ha causado la baja de Kanouté, emblema sevillista, por acumulación de amonestaciones. Será la principal ausencia nervionense, aunque Manu del Moral y Perotti, lesionados, tampoco estarán. En el Betis la principal baja es la de Mario, expulsado en el Camp Nou. La buena imagen dada en can Barça ha reforzado la moral de la tropa bética, que llega mejor anímicamente que un Sevilla que lleva cuatro jornadas sin ganar y que se encomienda a su nueva vieja estrella, Reyes, quien cumplirá 100 partidos como sevillista.