El 17 de mayo pasado, el Córdoba visitaba Vallecas y encajaría un resultado que sería recordado bastante tiempo. Además de por los cinco goles recibidos, la imagen que dio el equipo fue de las peores que se podían admitir en el pasado reciente. Y era fácil remitirse a varias, por repetitivas. Apenas una semana después, el conjunto entrenado entonces por Luna Eslava recibía la visita del Levante en El Arcángel con una novedad destacada. Pepe Díaz, que hasta entonces había jugado tan solo 152 minutos desde septiembre del 2008, saltaba desde el inicio. Se le vio tan ansioso que falló en el gol que abría el marcador, obra de Katxorro. Repitió titularidad el 31 de mayo en Anoeta, pero tampoco vio puerta. Por fin, el 6 de junio, en la visita que Las Palmas hizo a El Arcángel, el cuco cerró la cuenta de la goleada a los canarios. Otro tanto más ante el Murcia, en el encuentro que finiqiuitaba una campaña que no había empezado bien para él y que había terminado, al menos, pudiendo disputar (y marcar) con el equipo ya salvado. El verano trajo a Lucas Alcaraz que, de improviso, confió en el cordobés desde el principio. Siete goles en 17 jornadas (más otro en Copa) han hecho que se convierta en el pichichi del Córdoba en este 2009 que ahora termina y que comenzó de manera muy gris para él.

En 22 partidos (incluidos dos de sanción), el de Almodóvar ha totalizado nueve goles más el copero ante el Betis. Sale una media más que aceptable.