Gran responsabilidad para el bueno de Monteagudo, que ha aceptado el compromiso de salvar al Lucena en la recta final del campeonato, con ocho auténticas finales y en las que los errores ya se pagarán caros. Tras ocho partidos en los que únicamente se han sumado dos puntos, urge un triunfo para levantar la moral. Toca soñar con una victoria que inyecte optimismo.