El resultado en un partido amistoso en el que el Córdoba empleó a sus jugadores menos habituales es lo de menos. Eso sí, mostró que es una plantilla muy superior a un equipo de Segunda B que está en plenas crisis económica. El choque, lo que sí tuvo, fue muchos nombres propios. El encuentro significó el debut de Javi Casas. El vasco no había jugado ni un solo minuto desde que llegó en el mercado invernal. Y visto lo visto, es un excelente jugador. Subió por la banda en un par de ocasiones y leyó muy bien el juego. Defensivamente no pasó apuros. Ya sea por el escaso nivel que mostró el Linares, o porque el lateral zurdo va sobrado, su primera aparición fue bastante positiva. La conclusión, sencilla. Si Rubén, que está a punto de cumplir ciclo de amonestaciones (lleva cuatro) tiene que cumplir sanción, su puesto estará bien cubierto.

Y siguen los protagonistas. Bernardo, un cadete de tan solo 15 años, también jugó sus primeros minutos con el primer equipo blanquiverde. El capitán del equipo de Primera Andaluza Cadete no desentonó. Su planta de un metro y ochenta centímetros le hacen ser un futbolista prometedor. Su premio llegó a modo de 45 minutos. Disputó toda la segunda mitad y aprobó con nota. Además, los jugadores del filial Javi Pérez, Pedro (que hizo un gol), Antonio Pino, David Hens o Fran Morante dejaron una incógnita: ¿Cómo puede estar el filial blanquiverde en descenso y a once puntos de la salvación? Jugaron bien ante un rival de Segunda B. El fútbol, a veces, no tiene explicación.

Entre los jugadores del primer equipo, a los que se les debe exigir, destacó la entrega y el pundonor de Pepe Díaz. Habla fuera y dentro del campo. Participó en los dos primeros goles y marcó el cuarto. Por su parte, Endika marcó un golazo desde fuera del área. Y así, todos contentos.

Coincidieron en el campo Javi Flores y su primo Santacruz, del Linares, que debutó con el Valencia en Primera División hace dos años.