El Real Betis B, merced a su excelente primera parte, se llevó ayer por primera vez esta temporada los tres puntos de la Ciudad Deportiva de Lucena.

El filial bético, dirigido por un experto técnico, José María Nogués, salió al campo muy concienciado de la dificultad del encuentro y puso la directa desde el primer minuto para sentenciar la victoria que sirvió, además, para resarcirse de la escandalosa goleada que le endosó el Lucena la pasada temporada (5-0).

Los verdiblancos presentaron pronto sus credenciales con cuatro auténticos puñales en ataque: Israel, Rodri, Rubén Ribera y Diego Segura, quienes le cogían la espalda a los lucentinos de forma continua.

A los trece minutos, el Betis B se adelantó en el marcador, gracias a una buena incursión por la banda derecha de Rubén Ribera, que al llegar al área aracelitana centró para que el goleador Diego Segura cabeceara a gol en el segundo palo.

De este jarro de agua fría se repuso rápidamente el equipo, que adiestra Antonio Montero Nene , puesto que tres minutos más tarde el defensa bético Rodri tuvo una indecisión en la cesión de un balón a su portero, del que el máximo goleador del Lucena, David Cabello, volvió a aprovecharse para batir al guardameta bético.

El empate a uno no asentó a los jugadores del Lucena, puesto que el Betis B siguió jugando con mucho desparpajo y buscando las contras de forma letal.

De nuevo Diego Segura, en el minuto 24, estuvo a punto de batir a Toni García tras el centro de Rubén Ribera, ante el que respondió el interior lucentino Velasco con una gran jugada individual por la banda derecha que no se convirtió en gol porque un defensa visitante salvó in extremis cuando Sarmiento se disponía a marcar.

Ocho minutos más tarde, Diego Segura, que había desaprovechado otra clara ocasión en el minuto 27, estableció el definitivo 1-2 al aprovechar un despiste en ataque del Lucena, ante lo cual Israel montó una contra por la derecha, llegando hasta las inmediaciones del portal lucentino y cediendo el balón suavemente a su compañero, que no tuvo impedimento para batir al cancerbero celeste.

Antes de llegar al descanso, el Lucena tuvo una gran oportunidad merced a una falta sacada por Jesús Lanza en la línea medular, que tuvo como destinatario a Monteagudo, que peinó el balón, estrellándose en el poste izquierdo de René. En esta jugada, el defensa lucentino Rubén, que se había incorporado al ataque, se quedó con el balón muerto en el área pequeña, pero no supo materializar el gol.

En la segunda mitad, Antonio Montero Nene se la jugó dejando en la caseta a un defensa, Argüello, y a un centrocampista, Quique, e incorporando pura dinamita en ataque, a través de Troiteiro y Anderson.

El decorado del encuentro cambió ostensiblemente, jugándose constantemente en el terreno del Betis B, pero en esta ocasión la suerte no estuvo de cara para el Lucena que, unas veces por la mala fortuna y otras por el desacierto de sus atacantes y las buenas intervenciones del guardameta bético René, no permitió conseguir el empate, que hubiera sido lo más justo.

A pesar de ello, la afición despidió con una estruendosa ovación a sus jugadores, lo que muestra que la derrota no supuso un mal sabor de boca tras el espectáculo presenciado.