Turquía: Volkan Demirel; Hamit Altintop, Servet Cetin, Emre Asik, Hakan Balta; Kazim Kazim, Mehmet Aurelio, Arda Turan, Mevlut Erdin; Nihat Kahveci y Tuncay Sanli.

República Checa: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozehnal, Jankulowski; Sionko, Jarolim, Polak, Plasil; Baros y Koller.

Arbitro: Peter Fröjdfeldt (Suecia).

Estadio: S. Jacob Park de Basilea.

Hora: 20.45 (Digital +).

Turquía y la República Checa se juegan esta tarde el pase a los cuartos de final, como segundo del grupo A, en 90 minutos de un partido con carácter de final, que tendrá hasta tanda de penaltis si concluye con empate.

Empatados a todo, puntos (3), goles a favor (2) y en contra (3), Turquía y la República Checa podrían necesitar una tanda de penaltis para superar la fase de grupos, según prevé el reglamento del torneo (art.7.08), algo inédito en las doce ediciones precedentes. Por eso, desde que la UEFA recordase que existía esa posibilidad, los dos equipos han dedicado una buena parte de sus entrenamientos a practicar una suerte que hace 32 años le dio su único título a Checoslovaquia, gracias al célebre penalti lanzado por Antonin Panenka.

Las dos selecciones tienen motivos para sentirse seguras bajo los palos. Petr Cech es un especialista y Volkan Demirel le detuvo tres penas máximas al Sevilla, con el Fenerbahce, en la Copa de la UEFA. Pero, en principio, ninguno de los dos conjuntos quiere resolver de esta forma su pase a los cuartos de final.

Por juego, la República Checa se ha mostrado más consistente. Karel Bruckner ha alternado en la punta de ataque al veterano Jan Koller y al irregular Milan Baros. Ambos, no obstante, podrían formar juntos en el ataque, si el técnico checo se decide a cambiar el sistema por un 4-4-2.

Más críticas ha recibido la selección turca, que salió malparada del encuentro contra Portugal y ganó a Suiza gracias a un golpe de suerte en el último minuto. Fatih Terim tendrá que recomponer el centro del campo, donde ha perdido por lesión a los dos jugadores de peso; Tumer Metin y Belozoglu. Sobre Kazim Kazim y Mehmet Aurelio, brasileño nacionalizado turco, puede recaer ahora esa responsabilidad.