--Hace ocho meses estábamos aquí y decía que quería un equipo solidario, trabajador y que mirara a puerta contraria siempre. ¿Se acerca el Córdoba a lo que deseaba entonces?

--Sí. Poquito a poco. En la mayoría de los encuentros ha sido un equipo que me ha gustado verlo. Si fuera aficionado me gustaría venir a verlo jugar. No me gustaría tener un equipo que llegara dos veces a puerta y ganara uno a cero. Por ahora no me planteo cambiar mi filosofía porque creo que el equipo la ha cogido bastante bien. En general estoy satisfecho.

--La idea de la entidad era la de "crecer juntos", madurar. ¿Lo ha hecho el equipo y usted?

--Sí. Hombre, la experiencia te hace mejorar y ver que te equivocas en algunas cosas. Eso es un proceso como el de los niños pequeños cuando empiezan a andar. Te tienes que equivocar y caerte muchas veces para hacerlo. Eso te hace ver las cosas de otra manera. Quiero decir que he visto que hay cosas que yo creía que se podían hacer o que eran buenas y que a lo mejor había que darles cierto cambio, hacerlas de otra manera. Y otras cosas que sigo pensando que son válidas y que hay que llevarlas hasta el final. Es un proceso en el que todos los días no dejas de aprender. Aprenden los jugadores, tú mismo, cuando cometes errores y ves que las cosas no salen bien. Todos los días hay que aprender y mejorar.

--Quizá la asignatura pendiente sea la irregularidad.

--Sí. Lo que pasa es que nosotros hemos tenido una serie de partidos que nos han hecho mucho daño. Nástic en casa, Hércules, Salamanca, Poli Ejido. Esos partidos debimos ganarlos porque hicimos méritos. Perder tantos puntos en los últimos minutos nos ha hecho mucho daño. Y hemos tenido un tramo en el que el equipo se estaba recuperando de eso y estaba retomando la línea para salir de esos varapalos. En los últimos partidos, quitando los 20 minutos en Sevilla, estamos defendiendo bastante bien. Pero esa es la idea que quiero yo, que el partido acabe con la sensación de que has podido ganarlo. El del Nástic por ejemplo, fue lo contrario. Ganamos un punto pero con la impresión de que nunca se podría ganar. Y debimos perderlo. Mientras que en Sevilla merecimos ganar o al menos llevarnos algo. Pero sí debemos tener más regularidad en los resultados.

--¿El gol de Alfaro fue por fallo de Julio Iglesias o no?

--Yo lo he visto. Es cierto que el balón entra por su palo. Pero Alfaro le pega al balón y este hace una parábola extrañísima. Ese gol es más virtud de uno que error de otro.

--Por favor, explique qué son los "pequeños detalles".

--Sonríe. El fútbol, muchas veces, depende de detalles, más allá de que un resultado sea a favor o en contra en función de una situación táctica. Por ejemplo, en nuestro gol hay un jugador nuestro al rechace y no hay un futbolista de ellos al rechace. Eso es un pequeño detalle, que son los que te hacen ganar o perder los puntos. Una marca bien hecha, pegar un pelotazo que vaya fuera del estadio en un momento dado antes de dársela al contrario, hacer una falta en el momento exacto para detener el juego y hacerla en una determinada zona del campo... Cada vez estoy más convencido de que los equipos buenos son los detallistas, a los que no se les escapa ni una de esas cosas. Y nosotros, por ejemplo, intentamos cuidarlos. Si en el primer gol del Sevilla el futbolista está atento a ese detalle y lo cuida... Pues ese gol no hubiera entrado. A esos pequeños detalles me refiero. Cosas que a lo mejor no se ven a simple vista por el aficionado, pero que son las que determinan el signo de un encuentro. Perder un balón en la zona en que no tienes que perderlo y a la siguiente jugada te marcan gol. Y se fijan en la jugada del gol, no en la previa en que se pierde el balón donde no se debe perder.

--¿Por qué el equipo no juega con un punta, sobre todo lejos de El Arcángel?

--No lo hacemos porque, primero, yo en estos momentos no veo al equipo jugando así. Ha costado trabajo que coja el poso que va teniendo y en estos momentos creo que en cuanto a la sensación que da en el campo estamos en el mejor momento de la temporada. A partir de ahí, es el momento de ganar partidos. También, porque a mí no me gusta jugar diferente fuera que en casa. No se puede hacer todo a gusto de todo el mundo.

--¿Le digo nombres y colectivos y usted me los define? Emilio Vega.

--Un tío valiente. Sabe lo que quiere. Ha tomado un riesgo que, para él, era totalmente innecesario. Luego, el tiempo dará y quitará razones y demostrará si se ha equivocado o no. Es valiente e inteligente.

--Javi Moreno.

--Talento puro. Uno de los jugadores con más talento que he visto en toda mi carrera deportiva. Y mira que he jugado con gente. Javi tiene que sentirse importante dentro del equipo. Pero Javi tiene que saber también que para ser importante tiene que estar bien. Tiene que estar físicamente bien, comprometido como está y, en esos momentos, sí será un hombre importante para nosotros.

--¿Es un problema físico?

--No creo que esté con nivel para competir. Lo mismo que hace seis semanas jugaba, ahora creo que hay otros que están a mejor nivel. No tengo ninguna duda de que en el momento en que se ponga bien va a jugar, pero tiene que ponerse al nivel.