MÚSICA EN CÓRDOBA

La llamada del 'fuzz' provoca un ciclón garagero en el Ambigú Axerquía

La sala se llena de público rockero de varias generaciones para asistir a uno de los conciertos más memorables de la temporada

Rudy Pretrudi, durante el concierto celebrado en el Ambigú Axerquía en Córdoba.

Rudy Pretrudi, durante el concierto celebrado en el Ambigú Axerquía en Córdoba. / Juan Manuel Vacas

La sala Ambigú Axerquía de Córdoba trajo anoche a The Fuzztones, un ciclón garagero que se tiene más que merecido el calificativo de leyenda, después de sus 43 años de historia. La banda fue fundada en Nueva York en 1980 por el incombustible Rudy Protrudi, único miembro de la primera formación que a sus 71 años confiesa que el rock and roll es su religión. "No toco música", ha dicho en alguna entrevista, "la música me toca a mí". El nombre de la banda viene del sonido distorsionado que producen las guitarras cuando se toca a través de un pedal con un marcado efecto de los años 60, llamado fuzz box.

A las 22.30 horas salió a escena la banda, una de las más contundentes y certeras de los últimos años, ya que a lo largo de su trayectoria han pasado más de 25 músicos por ella, conformando 17 formaciones diferentes en cuatro décadas. A la guitarra, el impasible Marcello Sallis; al bajo, el español Pablo Rodas; Nico Secondini a un impresionante y muy presente órgano y Marco Rivagli, que compaginaba la batería con unas más que notables dotes de acrobacia y showman.

Comenzaron con el tema Blues Theme, de Davie Allan and the Arrows, que precedió la salida a las tablas del veterano líder del combo, Pretrody con un estado físico y una voz en plena forma. Atacó Rudy los primeros compases de I never kew y una corriente sesentera y psicodélica inundó la sala. Con el tema Bad news travel fast, la conexión y entrega de banda y público fueron ya totales. En el siguiente pildorazo garagero, Action speak louder fast, fue ya como si público y banda se convirtieran en un gran cable de fuzz y no dejaran de retroalimentarse en toda la noche.

The Fuzztones en el Ambigú.

The Fuzztones en el Ambigú. / Juan Manuel Vacas

Siguieron disparando sin tregua temas como This sinister urge, Highway 69 y Johnson in a headlock. Guitarras afiladas, ritmos sesenteros y psicodelia en una noche de puro garage rock. Sin duda, una puesta en escena y un concierto notables. Como era de esperar, para terminar, Rudy soltó la guitarra y, cerveza en mano, siguió cantando mientras se aproximaba cada vez más al público, demostrando que aún siguen intactas sus dotes de seductor canalla.

Una noche redonda y de lleno total la de The Fuzztones en el Ambigú Axerquía, en la que el público rockero de la ciudad, de varias generaciones (se vio a más de un padre con sus hijos), acudió sin dudar a la llamada del fuzz que con tanto acierto lanzó la sala.