ENTREVISTA | Ángel Calvente Espejo Director de la compañía teatral El Espejo Negro

«Las marionetas son los actores totales, pueden hasta morir por ti»

«Es indispensable para el público cordobés ver esta adaptación de la obra de Berlanga», afirma

Ángel Calvente presentará el 10 de febrero su adaptación de ‘El verdugo’.

Ángel Calvente presentará el 10 de febrero su adaptación de ‘El verdugo’. / CÓRDOBA

La compañía malagueña El Espejo Negro presenta el próximo día 10 de febrero en el Teatro Góngora su adaptación de la obra de Luis García Verlanga El verdugo, una de las mejores películas de la historia del cine español que representa los rasgos más oscuros de la sociedad española de aquellos tiempos. Ángel Calvente, director de la compañía de teatro, promete no dejar indiferente a nadie con su impecable adaptación teatral para el teatro de marionetas de esta obra tan significativa.

¿Podría explicar cuándo surge la compañía y por qué?

La compañía surge hace 35 años, justo este año celebramos nuestro 35 aniversario. Surge por una necesidad de contar historias y de dejar atrás mi trabajo como diseñador gráfico para dedicarme completamente al mundo del teatro. Así de simple y así de complicado, surge como una necesidad emocional de contar historias a través de las marionetas. 

¿Qué considera que aportan de especial o diferente las marionetas al teatro que no tengan otro tipo de obras?

Pues, sobre todo, que las marionetas son los actores totales. Pueden ser de cualquier tamaño, pueden estirarse, pueden ser de cualquier material y pueden hasta morir por ti en el escenario. Son el vehículo perfecto para llegar al público porque están dotadas de esa máscara que las desinhibe de la realidad y pueden decir cosas y verdades mucho más allá que los propios actores de carne y hueso, siempre pueden ir un poquito más allá.

¿Crees que hace falta que estén más presentes en las programaciones de teatros públicos?

Por supuesto. Siempre es necesario que nos apoyen en ese sentido, que las programaciones sean más nutridas, que haya más festivales de títeres y marionetas y, sobre todo, que en la programaciones haya mucho más lugar para nosotros, que también formamos parte del teatro y cumplimos una labor importante. Sobre todo porque las artes escénicas, entre las que estamos incluidos, van siempre de la mano de la educación y las marionetas son un instrumento perfecto para llegar a todos, pero, especialmente a los más jóvenes.

¿Cree entonces que ha sido difícil que se tomen en serio los temas que tratan al hacerlo con marionetas? ¿O, al contrario, ha servido para llegar más fácil a la gente?

Te podría decir que fue muy difícil en 1989 y a partir de ahí porque nosotros aparecemos en el panorama teatral para hacer un programa de adultos con marionetas y como hay una creencia de que las marionetas son solo para la infancia y no, eso no es así. Las marionetas son para el público, tanto para los adultos como para la infancia. Solamente que hay que hacer unas producciones que se adaptan al público al que quieres llegar. Pero, bueno, ese ha ido cambiando, por lo menos con nuestra compañía, la gente cuando ve un espectáculo nuestro ya sabe a lo que van a venir. Saben que van a ver un espectáculo bien producido y muy cuidado y mimado en absolutamente todos los sentidos.

¿Y cree que hace falta más formación para que esto llegue a las nuevas generaciones y también se especialicen en este ámbito?

Totalmente. Hay mucha gente que se dedica al mundo de las artes escénicas y muchos desconocen el sector de las marionetas porque hay un vacío enorme, cuando decides formarte dentro de las artes escénicas, no existe ni siquiera la opción. No hay ningún centro de toda Andalucía donde tengas la posibilidad de aprender sobre este campo.

Y hablando sobre la obra que van a presentar en el Teatro Góngora, ¿qué nos puede contar sobre ella para animar al público a que vaya a verla?

Pues te diría que es indispensable para el público cordobés poder venir a ver esta primera adaptación del mundo de la marioneta que se hace sobre la obra de Berlanga. He puesto todo lo mejor de mí sobre el escenario, ya se ha movido por muchísimas partes y es un espectáculo que no va a defraudar a nadie. He sido muy riguroso con la adaptación, no se van a sentir defraudados quienes hayan visto la película y quienes no, van a descubrir una historia donde se pone en tela de juicio una forma de entender la vida en los años sesenta en nuestro país.

Y, finalmente, ¿por qué surge la idea de adaptar esta película tan mítica al mundo de la marioneta?

Pues surge de un recuerdo de infancia. Yo creo que tendría unos 14 o 15 años cuando vi la película por primera vez en televisión y me quedé muy impactado porque me pareció muy bruta al mismo tiempo que te reías con muchas de sus escenas. Hubo de hecho una escena que me dejó muy atrapado que fue cuando al verdugo lo arrastran por un patio totalmente vacío de todo y de pronto aparece otro grupo de personas arrastrando al reo y no sé quién chillaba más, si el verdugo o el reo, y esa mirada que hay entre los dos, ese pequeño segundo... me atrapó por completo. Por tanto, ese recuerdo durante muchos años ha estado ahí dentro de mí y llegó un momento que no sé qué, si la inspiración, las ganas... decidí que quería hacer la obra y que estaba preparado para adaptar un guion tan complicado a mi estilo de teatro, que es el de las marionetas.

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