El Festival Guadalquivir se despide en la Mezquita

Con un rico diálogo entre tres grandes mujeres como Marta Zabaleta (piano), Ana María Valderrama (violín) y la soprano Bianca Ghiraldi, junto a la Camerata Filarmónica Latinoamericana, bajo la dirección de Grace Echauri, se ha despedido este domingo en la Mezquita-Catedral el Festival de Piano Guadalquivir. En el atril se han puesto las obras Juditha Triumphans, de Antoni Vivaldi; Concierto para piano, violín y orquesta de cuerdas , de Felix Mendelssohn, y Danzón n. 2 de Arturo Márquez, todas con un gran componente femenino.

Bajo el título Judith la musa, el concierto ha trasportado al pasado, presente y futuro de la mujer desde la leyenda bíblica de Judith, heroína que llevó a su pueblo al triunfo como sólo una mujer podría lograrlo.

La historia de Judith ha sido musa de artistas tan sublimes como Botticelli, Miguel Angel, Donatello, Caravaggio, Goya, Rubens, Lope de Vega, Mozart, Vivaldi, Tiziano, Gustave Klimt o Franz Stuck, ya también ha sido la trama argumental de la actuación de Zabaleta, Valderrama y Ghiraldi.

Seguidamente, se ha escuchado el doble concierto para piano, violín y orquesta de cuerdas en Rem MWV 04 de F. Mendelssohn, partitura que testimonia la madurez de un romanticismo fértil, perfilando ideas y técnicas en favor a una orquestación formidable y de rara escucha en la ciudad cordobesa, para culminar tejiendo puentes entre la Mezquita Catedral de Córdoba y Ciudad de México con legendarias obras de dos de los máximos exponentes de la música clásica mexicana, José Pablo Moncayo y Arturo Márquez, ambas de inolvidables aires cinematográficos y ritmos latinos.