Los piropos a Córdoba surgen desde la primera pregunta a Daniela Zyman, directora artística de Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) y comisaria de Futuros abundantes, la primera de las exposiciones que albergará el C3A fruto de la colaboración de esta fundación con el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de Andalucía. Durante los próximos tres años, esta investigadora del arte contribuirá a la programación cultural de Córdoba y a generar sinergias con los colectivos artísticos locales, cuya ayuda «ha sido inestimable» en el proyecto que TBA21 desarrollará en la ciudad.

¿Qué les hizo inclinarse por Córdoba para esta colaboración?

Córdoba es realmente una joya. Es una ciudad pequeña pero vibrante, que ofrece muchos aprendizajes aplicables al contexto actual. Tiene una gran vida cultural, que hace referencia tanto al pasado como al presente. Desde un inicio, la acogida que nos ha dado la ciudad ha sido increíble y no hemos encontrado más que puertas abiertas y un entusiasmo creciente por nuestra llegada. Córdoba es una fuente de inspiración de ideas que proceden de numerosas tradiciones y que resultan esenciales a la hora de abordar ciertas preguntas urgentes que requieren de más de una cosmovisión para ser respondidas. En concreto, me han cautivado los escritos de la medievalista Rosa Menocal y las reflexiones más recientes sobre andalucismo de Charles Hirschkind. También me he sumergido en la literatura de los grandes poetas y filósofos de los tiempos de al-Ándalus y Sefarad. Me interesan mucho sus formas complejas, poli epistémicas y disidentes de entender el mundo. He encontrado en ellos una gran fuente de inspiración para pensar sobre el contexto actual. Es realmente un regalo trabajar con ellos en el lugar donde se originaron todas estas corrientes de pensamiento. Otra idea a la que le hemos estado dando vueltas ha sido la expresión «tener duende», como referencia a tener alma, a ubicarse en un estado elevado de emociones, y cómo este concepto puede vincularse con el pensamiento ecológico y social. La presencia del Guadalquivir ofrece la posibilidad de ampliar las investigaciones en torno al agua y los océanos, tal y como desarrolla TBA21–Academy, al estudio de ríos, afluentes, manantiales o arroyos, así como al medio físico y a los elementos espirituales del agua que conectan todas las formas de vida planetarias.

¿Qué puede representar para la ciudad la llegada de TBA21?

Creo que será muy enriquecedor. Para empezar, la Fundación TBA21 tiene una manera especial de trabajar con los artistas y el entorno, una conexión, que se manifiesta en una serie de obras de arte producidas o coleccionadas por la fundación y algunas de ellas se mostrarán en el C3A. Esta forma de hacer las cosas se refleja en la sintonía de las obras con la arquitectura del C3A, y el resultado será una gran exposición que tendrá muchas maneras de verse. Desde un punto lúdico, disfrutar de las obras, o desde uno más intelectual, entrando en cada uno de los mundos de los artistas a través de la información, que será accesible a todo el público. Esperamos que mucha gente de Córdoba, de Andalucía y de España entera se anime a visitar la muestra y a regresar a la ciudad. Además, hemos puesto muy conscientemente el nombre de Córdoba en nuestra actividad.

«La presencia del Guadalquivir ampliará las investigaciones en torno al agua»

El C3A será el gran contenedor de la colección. ¿Qué opina del centro y su trayectoria?

El edificio es complejo y ostenta una gran personalidad. Creo que dialoga de maneras interesantes con la Colección TBA21, que se construye alrededor de instalaciones de grandes dimensiones y obras escultóricas. Tengo la intuición de que este diálogo dará lugar a muchos resultados inesperados, y estamos ansiosos por ver cómo se desarrollan todas estas posibilidades. Muchas de las obras que presentamos en Futuros abundantes no han sido expuestas en muchos años. Volver a encontrarnos con estos viejos amigos en un contexto tan maravilloso va a ser muy gratificante, especialmente ahora que celebramos el vigésimo aniversario de la fundación. Un centro de creación está enfocado en abordar el presente y las expresiones y preocupaciones sociales, ecológicas, intelectuales y espirituales que nos preocupan en la actualidad. Queremos abordar este cisma, y el haber conocido en Córdoba numerosos artistas, colectivos y asociaciones que han compartido con nosotros su sabiduría, su conocimiento del terreno y que quieren dar forma al futuro de su ciudad ha sido esencial en nuestra corta pero intensa trayectoria en Córdoba. En concreto, quiero agradecer a Plata, Culturhaza, Semillas Silvestres, al arquitecto Rafael Alcántara y al biólogo Rafael Tamajón por trabajar codo a codo con nosotras. La aspiración de TBA21 y mi sueño personal sería que cada centro de arte o museo se involucrara en un proyecto de restauración ecológica.

Las exposiciones arrancarán en abril con ‘Futuros abundantes’. ¿Por qué han elegido esta muestra para empezar?

Por un lado, estamos celebrando el vigésimo aniversario de TBA21 y los 10 años del nacimiento de TBA21–Academy. Futuros abundantes es claramente un mensaje en una botella para el futuro que está a la vuelta de la esquina. Pero lo más importante es que este proyecto refleja el ethos de la fundación y los 20 años de encargar, investigar y buscar nuevas formas de participación y experiencia a través del arte contemporáneo. La exposición reúne obras de naturalezas muy diversas en las que han trabajado numerosos comisarios y comisarias a través de diferentes programas. Futuros abundantes celebra y honra la inteligencia polimorfa de TBA21 y de su fundadora, Francesca Thyssen-Bornemisza. Me llevaría horas describir en profundidad lo que hacemos, así que solo diré que estamos contrarrestando de todas las formas posibles el «reclamo de neutralidad» en relación a los problemas ambientales y sociales de máxima urgencia que los museos y los espacios de arte están reclamando. Por el contrario, hemos estado y estamos comprometidos en abordar algunos de los temas polémicos de etnicidad, derechos humanos, género, ecología oceánica y terrestre o futuros justos y equitativos, en respuesta a las necesidades y deseos sociales, más que humanos y comunitarios.

¿Qué otras muestras están previstas?

Habrá tres exposiciones temáticas que se desarrollarán anualmente de abril a marzo y que se irán renovando con nuevas piezas, con instalaciones de obras en diferentes sedes de la ciudad y con una programación pública extensa asociada, en las que implicaremos a diversos agentes culturales locales.

«‘Futuros abundantes’ refleja el ‘ethos’ de la fundación y sus veinte años»

¿Cuentan en su proyecto con los artistas locales? ¿Han tenido algún contacto con colectivos artísticos cordobeses?

Para nosotros era muy importante, antes de empezar a proponer líneas de trabajo y de acción, entender las dinámicas culturales, políticas y sociales de la ciudad y conocer de primera mano las iniciativas que ya estaban teniendo lugar en el ámbito local, así como las necesidades y demandas desatendidas hasta el momento. En el desarrollo de este proceso de mapeo y acercamiento a las realidades locales, ha sido inestimable la ayuda de colectivos e iniciativas culturales como Plata, Córdoba, Ciudad de las Ideas, Cosmopoética, Coro Brouwer, Flora y tantos otros. Gracias a todas las personas que componen estos proyectos, con las que tenemos muchas ganas de colaborar, estamos comprendiendo mucho mejor la realidad social y cultural de Córdoba e intentando adaptar y alimentar nuestra programación en función de estos aprendizajes.

Según se ha avanzado, el proyecto no solo afecta al C3A, sino que alcanzará a otros espacios y edificios cordobeses. ¿Qué clase de propuestas se llevarán a cabo?

Nuestra idea es que la presencia de TBA21 en Córdoba no se reduzca a la programación expositiva en el C3A sino, por el contrario, interactuar con diferentes espacios con el objetivo de acercarnos a la ciudad desde numerosos enfoques, una propuesta que ha sido muy bienvenida y celebrada tanto por el Ayuntamiento de Córdoba como por la Junta de Andalucía y por la propia ciudadanía. Queremos establecer múltiples diálogos con colectivos y actores locales, con la idea de promover redes de conocimiento y afectos y creemos que ocupar e intervenir algunos de los espacios icónicos de la ciudad es una forma interesante de incentivar esos encuentros. No quiero desvelar todas las sorpresas y proyectos en los que estamos ya trabajando y tenemos confirmados en esta línea, pero sí puedo señalar que varias piezas de la Colección TBA21 que forman parte de la muestra, Futuros abundantes, se expondrán de forma temporal en otras sedes de la ciudad, entre ellas, el Molino de Martos, junto al río Guadalquivir. Asimismo, una gran parte de la programación pública que iremos desarrollando a lo largo del año -performances, conferencias, conciertos, actividades familiares-, tendrá lugar en diversas localizaciones históricas, como en el Alcázar y el Real Jardín Botánico, así como en otros espacios alternativos del tejido urbano.

«Córdoba es una fuente de inspiración de ideas que proceden de muchas tradiciones»

TBA21 es un proyecto comprometido con nuestro entorno. ¿Qué puede hacer el arte por el planeta?

El arte puede hacer muchas cosas y me niego a ser reduccionista. Puede señalar diversas posibilidades. Como comisaria, me dedico a problematizar las distinciones entre las ciencias humanas, las ciencias naturales y las ciencias vernáculas (lo que a veces se llama tradiciones locales, pero que para mi constituyen una forma de conocimiento comparable a lo que denominamos ciencia), una distinción de saberes desarrollados y naturalizados en y a través del orden colonial. El arte aumenta la capacidad de multiplicar puntos de vista y posibilidades y, con suerte, de profundizar en nuestra comprensión del mundo. Los proyectos que TBA21 y TBA21–Academy han ido desarrollando a lo largo de los años tienen que ver con las prácticas, los mundos y las existencias que han sido víctimas de procesos de injusticia, explotación, ruina, neocolonialismo, racismo, necropolítica, etcétera, en nombre de un orden mundial basado en el individualismo, el extractivismo y la competitividad. El arte nos puede ayudar a profundizar en todo esto y en mucho, mucho más.

Actualmente, en Córdoba se trabaja en un proyecto, ‘Córdoba, Ciudad de las Ideas’, que pretende transformar la ciudad a través de la cultura. ¿Lo conoce? ¿Qué opina?

Creo que el proyecto colectivo Córdoba, Ciudad de las Ideas es una iniciativa con gran potencial para contribuir al desarrollo cultural en Córdoba. Me parece especialmente interesante cómo han articulado su propuesta en torno a la idea de funcionar como una red que posibilite y fomente la colaboración entre diferentes actores sociales y culturales de la ciudad, así como de otros territorios. Por otra parte, pienso que también es clave en su enfoque la unión del binomio cultura-ciudad sostenible, es decir, cómo están desarrollando diferentes actividades culturales orientadas a promover una ciudad más ecológica y un turismo de calidad. Desde TBA21, y en concreto a través del proyecto Futuros Abundantes, compartimos estos horizontes teóricos y prácticos y esta forma de entender la acción cultural. Es por ello que desde hace algún tiempo ya estamos en conversaciones con Córdoba, Ciudad de las Ideas para unir sinergias y colaborar en diferentes proyectos durante los próximos años. Nuestra primera colaboración tendrá lugar en la inauguración de la exposición el próximo día 1 de abril, en forma de evento público donde confluirán música, performance y danza. Estamos muy contentos de poder construir este camino de la mano.

«El pasado puede ser un socio problemático si lo buscamos para legitimar nuestro presente»

Córdoba cuenta con un patrimonio histórico de primer nivel. ¿Cree que esta ciudad ha mirado demasiado al pasado?

Para mí la historia es siempre una presencia silenciosa que nos acompaña en aquello que hacemos y en cómo pensamos. Tanto si asistimos a un concierto de flamenco como a una actuación de hip hop, el pasado siempre está presente de una forma u otra. Pero, y tal vez esto es lo que sugiere su pregunta, el pasado puede convertirse en un socio problemático si lo buscamos para legitimar nuestro presente y cuando lo usamos con fines instrumentales al servicio de ciertos objetivos e ideologías. Hacemos que el pasado desempeñe un papel nostálgico, en lugar de tratarlo como lo que es: el pasado. Los apegos a la nostalgia y la melancolía no se basan en la realidad. El compromiso profundo con las historias (no solo la narrativa dominante, sino las historias silenciadas, marginadas, orales, etcétera) nos da una sensación de desorientación. Nos muestra que la «historia purificada» a la que nos aferramos a menudo está basada en actos de negación y olvido.

¿Se acostumbrarán los cordobeses al arte contemporáneo?

¡Seguro que sí! Aconsejamos venir a la exposición con los ojos y la mente abiertos, a disfrutar y acercarse por el placer del descubrimiento. Futuros abundantes está pensada para diferentes públicos, para que quién desee profundizar en un tema pueda hacerlo, y quien quiera pasear entre las monumentales instalaciones y piezas expuestas pueda pasar un buen rato. Es una muestra para visitar con calma.