El pintor cordobés Miguel Gómez Losada se adentra por primera vez en la escritura con Diario de pintura (Editorial Cántico), un compendio de notas ensayísticas donde el artista, uno de los más respetados de este país por aportar cualidades románticas al arte contemporáneo, presenta sus posicionamientos estéticos, dibujando una biografía íntima a modo de diario. «Escribo sin intención literaria, lo que me quita un peso de encima», asegura Gómez Losada, que explica que «desde hace mucho tiempo, cada vez que tengo un rato libre reúno en el bloc de notas de mi móvil mis reflexiones, y algunas veces las comparto en las redes sociales. Un día me llamó Raúl Alonso, de la editorial Cántico, y me propuso hacer este libro».

El volumen, que apenas lleva unas semanas en la librerías, se abre con una biografía del autor y a partir de ahí empiezan las reflexiones sobre pintura, «pero no tanto respecto a la técnica, sino sobre todo lo que supone el hecho de pintar con un carácter siempre íntimo, porque una de las cosas que me animó a escribir esto es que, al ser un diario, me alejo de la literatura». Aunque su intención es didáctica, porque «yo he echado de menos un diario de pintura de algún artista vivo», dice el autor, este libro no es un manual, sino «pensamientos después de pintar y las sensaciones que me provoca el hecho de pintar, para qué y por qué se pinta», sin explicar las obras «para no restarles contemplación». «La pintura se asocia al mercado, a las subastas, etcétera, pero el hecho de pintar es otra cosa», continúa el artista, que insiste en que nunca ha tenido «intenciones literarias».

«Al principio de mi carrera me preocupaba saber qué pintar, pero sobre todo cómo hacerlo. Todas las maneras de cubrir el lienzo me parecían fascinantes, las repeticiones de la pincelada tenían algo adictivo: el avance del contorno. Por ahí me prolongaba», señala Gómez Losada en el prólogo de Diario de pintura. Ante esta nueva aventura, el artista se declara «entusiasmado» porque este debut «no se parece a un catálogo de pintura», a pesar que contiene numerosas ilustraciones del espacio intimo del pintor en su estudio. «Es como tener un hijo», reconoce el artista, que vive «sensaciones completamente nuevas» después de volcar sus pensamientos y reflexiones en esta obra, aunque, confiesa, «también he sentido un poco de pudor porque la pintura es algo vocacional que se mezcla con la vida, por lo que hay reflexiones que son mi propia existencia, y da un poco de vértigo».

Siempre pintura

El artista asegura que si vuelve a adentrarse en la escritura lo hará siempre para hablar de pintura, pero nunca «me metería en otros terrenos porque tengo mucho respeto a los géneros literarios». Gómez Losada acaba de descolgar en la galería Birimbao de Sevilla la exposición titulada España y Portugal, en la que analiza el iberismo a través de lienzos en los que refleja recuerdos íntimos de estampas portuguesas, carriolas con toldos, campesinas de amplios ropajes y colores contrastados de luz brillante.

El pintor reconoce que ahora está dedicando todo su tiempo al «nuevo juguete» que supone este libro, aunque el artista continúa pintando y preparando muevas exposiciones. «Creo que ya es momento de volver a exponer en Córdoba y mi próxima muestra se estrenará en mi ciudad», concluye.