La actriz Petra Martínez, que cuenta con dos nominaciones a Mejor actriz protagonista en los Premios Feroz que se entregan mañana en Zaragoza y en los Goya de este año por La vida era eso, presenta en esta entrevista al personaje de María, con la que «no hay edad para cambiar, encontrarse, enamorarse y empezar de nuevo» y que rompe el tabú de la masturbación, al ser «algo normal y liberador que puedes hacer sola y acompañada». Linarense de 77 años, la actriz hace balance de su carrera profesional y explica el viaje de su personaje, que «cambia interiormente», además de «reflejar la vida de muchas mujeres» de su generación que conviven con la idea de «estar condenada a seguir lo que has estado haciendo durante años» aunque «la mujer tenga mucho protagonismo en la vida y en la cultura».

Está nominada a Mejor actriz protagonista en los Premios Feroz y en los Premios Goya. ¿Qué suponen estos reconocimientos? ¿Cómo se enteró de las noticias?

Me enteré a través de mis hijos porque no lo estaba viendo por televisión. Estaba casi segura de que no me iban a nominar. Imagínate, me puse muy contenta, muy nerviosa y enseguida me fui a la Academia y me reuní con los demás nominados. Además, estuve en la primera edición de los Feroz con una nominación a actriz de reparto, que me hizo mucha ilusión.

¿Cómo hace balance de su carrera desde ese momento hasta ahora?

Lo veo perfecto, pero porque es inamovible. Me encuentro feliz. Estoy muy contenta por todo lo que he hecho en teatro, en cine, en televisión… Obviamente hay unas veces más que otras, pero he llegado aquí con 77 años y estoy nominada en muchos premios que son importantes.

¿Cómo es su personaje? ¿Qué es lo que enseña al mundo?

Es un personaje que existe y que por ciertas circunstancias parece que está condenado a seguir lo que ha estado haciendo durante su vida hasta que conoce, entre otros, al personaje que interpreta Anna Castillo. Ella cambia interiormente y eso produce un cambio en la gente que tiene a su alrededor tratándola de otra forma. No cambia de vestimenta, sino que lo que quiere es cambiar ella profundamente y lo hace. Yo no tengo nada que ver con María, en absoluto. A mí me tocó vivir unos momentos de teatro independiente que eran muy libres, aunque vivíamos en una dictadura. Hacíamos teatro muy comprometido, nos prohibían las obras, nos íbamos por Europa y América. Pero tengo a mucha gente alrededor que no solamente me ha contado que sí ha vivido ciertas cosas. María es un personaje al que adoro. No creo que me den otro papel tan bonito y lleno de matices.

En la película, ¿considera que se reconoce la vida de todas las mujeres mayores?

Yo creo que sí porque el cine pone en tela de juicio ciertas cosas. A mí me produjo mucho sentimiento y emotividad. Cuando leí el guion me pareció una hermosura y me imagino que a la gente le pasa igual porque salen de las salas emocionados, sobre todo, las mujeres. Yo creo que hay muchas mujeres que se sienten identificadas con este personaje y seguro que, aunque no tengan un marido malo, tienen una sensación de soledad constante.

¿Cree que hay edad para vivir e ilusionarse de nuevo?

No hay edad para cambiar ni lo tuyo ni lo del resto. No hay edad para cambiar, encontrarse, enamorarse y empezar de nuevo. Hay que tener suerte de encontrar a la persona que no has encontrado en 77 años, pero por supuesto que no hay edad para enamorarte. Ahora me quedo alucinada porque todo está lleno de mujeres de 60 años y es que la mujer tiene unas necesidades de salir adelante y cambiar… Para los hombres todo ha sido más cómodo.

¿Y para el erotismo?

Yo creo que estaba mal vista la palabra, que incluso suena hasta fea. La palabra masturbación se ha castigado y silenciado tanto durante tanto tiempo… Las jóvenes, por ejemplo, no lo hablaban porque parecía que si sucedía era porque no estaban satisfechas. Es una palabra y un hecho que estaba como castigado por la sociedad y más si eras una mujer de 70 años que tenía mucho amor propio. Yo creo que en eso también las mujeres estamos avanzando. La mayoría de nosotras tenemos esto como algo fundamental en nuestra vida porque es algo normal y liberador del cuerpo, que encima puedes hacer sola y acompañada.

La película se llama ‘La vida era eso’, pero… ¿Qué es eso?

La vida era, es y será lo que tú quieras que sea y hay que vivirla porque solamente se vive una vez. Al final, todo se resume en disfrutar de todo lo que te brinde.