El Museo Taurino de Córdoba ha inaugurado este miércoles la exposición Guerrerías, centrada en la figura de Rafael Guerra Bejarano o "Guerrita", que traza un condensado recorrido por la imagen colectiva generada por el torero durante sus años de actividad y que permanecerá abierta al público hasta el 15 de febrero.

La exposición consta de diversos enfoques que acercan a Guerrita al visitante actual. Así, en forma de mural, dibujado por el también comisario de la muestra, Fernando González Viñas, diversos periodistas de su tiempo hilvanan un discurso que sitúa la figura de Guerrita sobre el fino hilo del que pende el éxito, tensado entre la adulación y la envidia, que le granjeó no pocas críticas y fobias.

La exposición muestra igualmente las tan comentadas "anécdotas y dichos de El Guerra", relatadas en pantalla por diez actores y actrices de la Escuela de Arte Dramático de Córdoba, actualizando la visión sobre el singular carácter del torero.

Se completa la exhibición con carteles de época, propiedad del Museo Taurino o cedidos para la ocasión, entre los que destaca el que aparece Guerrita, como subalterno de Lagartijo, con el nombre de Llaverito, apodo que recibió por ser el hijo del conserje del Matadero de Córdoba u otro de un festejo celebrado el día de Reyes de 1.887 en el que intervienen seis novilleros cordobeses. 

La muestra incluye, del mismo modo, objetos de la época un sombrero cordobés y tres bastones propiedad de Guerrita, símbolos del cetro, del mando que el torero ejerció sobre la tauromaquia.

Como epílogo de la exposición, el visitante podrá contemplar la cabeza restaurada por el Museo Taurino del toro de la alternativa 

de Guerrita, celebrada el 29 de septiembre de 1887; el toro, de nombre Arrecio, pertenecía a la ganadería de Francisco Gallardo, igualmente cedido para la exposición.

Guerrita no solo fue el torero más importante de su tiempo, el último tercio del siglo XIX, sino que ha pasado a la historia como un personaje único que influyó de manera decisiva en la transformación de la tauromaquia. Alumno aventajado de Lagartijo, el primero al que los cronistas atribuyeron un sentido artístico de la lidia, superó al maestro, para irritación de los seguidores tanto de Lagartijo -los lagartijistas, que lo calificaron de traidor- como de su enconado rival, Frascuelo, en su caso llamados anabaptistas, que lo acusaban de émulo de Lagartijo.

El segundo califa del toreo, tras Lagartijo, y seguido de Machaquito, Manolete y El Cordobés, se retiró de los ruedos en 1899 y falleció en 1941. Se cumplen este año de 2021 los 80 años del fallecimiento de un personaje cabal, que gobernó como pocos el toreo de su tiempo y que a pesar de ello pisó durante su vida taurina sobre un camino lleno de espinas por la enemistad de parte de la afición y de la crítica, reproches a los que ningún torero en la cima ha sido exento a lo largo de la historia.

La exhibición recupera de este modo en forma de evocación ofrecida en diversas pinceladas, al estilo del arte impresionista que nació y se desarrolló durante la vida de Guerrita, a un personaje fundamental tanto de la tauromaquia como del consciente colectivo de la ciudad.

La exposición, ubicada la planta primera del Museo Taurino, es de acceso gratuito para todos los ciudadanos residentes en Córdoba durante el horario de apertura habitual del Museo