El laureado poeta, novelista y traductor italoluxemburgués Jean Portante ha presentado este miércoles, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras, la primera traducción al español de su obra de culto, Mrs Haroy o la memoria de la ballena, que ha sido traducida por Carmen Expósito Castro y editada por Ricardo González, de la editorial cordobesa Utopía Libros, la única que, según cuenta Carmen Expósito a este diario, «aceptó el ambicioso proyecto de abordar una novela de gran carga cultural, que en su versión original contaba con 500 páginas».

Jean Portante durante la presentación de su novela en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras MANUEL MURILLO

Portante reside actualmente en Francia, pero nació en Italia, aunque se mudó a Luxemburgo. Allí, cuenta el autor, tuvo que aprender francés durante los primeros años de enseñanza, que en el sistema luxemburgués pronto cede la importancia al alemán. Con esa mezcla de influencias lingüísticas, se encontró escribiendo su obra en francés, aunque con su lengua materna italiana, «su pulmón», como él la llama, escondida dentro de la primera.

Esta construcción, que lleva elaborando durante treinta años de producción literaria, entre poemarios y libros más reconocidos, premiados y estudiados en las universidades, le ha llevado a crear lo que denomina el Idioma balleno, una metáfora de la hibridación de su lenguaje. «Los traductores en español de mis poemas experimentales siempre han encontrado difícil su labor, porque cuesta encontrar un equivalente hispano a palabras que llevan dentro otra lengua», declara Portante. Algo de lo que da fe la traductora Carmen Expósito, quien concibe Mrs Haroy o la memoria de la ballena como una novela de «gran carga cultural y lingüística, pragmática, que cuenta la vida de su autor hasta los 9 años», explica.

La traductora conoció a Jean Portante años atrás, durante una de las ediciones de Cosmopoética a la que fue invitada el autor, motivo por el que este guarda "un gran cariño y buen recuerdo de la ciudad, en la que compartió experiencias con autores como Carlos Clementson". Portante le propuso a Expósito la traducción de su novela y esta aceptó, con el resultado de un proyecto que se ha mantenido en el tiempo pero que ha dado lugar a un resultado "mucho más madurado y profundo", explica la traductora.

Todo ello sin olvidar el hecho de que la obra contiene un homenaje de 10 páginas con muchas ballenas de la literatura universal «nadando», dice Portante, como Moby Dick, la ballena que se tragó a Pinocho o la que engulló a Jonás, y que salen a «respirar» en el libro. 

"La ballena parece un ser acuático, pero en realidad no es un pez porque la ciencia ha revelado que anteriormente fue un ser terrestre que luego entró en el agua y se olvidó de sus orígenes pese a seguir con su pulmón", añade Portante. Es la metáfora animal de un lenguaje evolucionado que no olvida sus orígenes, como Portante no olvida los suyos.