Índigo no solo hace referencia al color azul, sino a la capacidad superior de los jóvenes New Age que, según este término, representarían unas capacidades superiores, éticas, mentales y espirituales. Lola en realidad es Miriam Doblas Muñoz, cuyo talento sobre el escenario no es obra de la divina providencia, sino resultado de años de perseverancia, valentía y esfuerzo.

Mimi baila desde los cinco años. A sus veintinueve, puede presumir de tener en su trayectoria un doble disco de platino por Yo ya no quiero ná, el tema gracias al que subió al edén de los éxitos, del que no ha descendido ni un momento, single tras single. Pudo haberlo dejado cuando el coreógrafo Rafa Méndez criticó sus capacidades en el programa Fama, ¡a bailar!, o cuando fue expulsada la primera de la edición 2017 de Operación Triunfo. No lo hizo, convencida de poder reunir su aprendizaje en la televisión y su experiencia bailando en Japón y en Estados Unidos en un proyecto artístico que representase y embriagase a su generación.

Lola Índigo este viernes, en su concierto en La Axerquía de Córdoba. MANUEL MURILLO

Con una estética pop inspirada en los noventa, rebautizada con referencias del K pop y el rap estadounidense, Lola índigo se come los escenarios entre pasos de baile enérgicos y muecas que dan al espectador ganas de ponerse una falda de licra color pastel y reivindicar el placer del baile hasta abajo, hacia el que no había tanta vergüenza cuando los Black Eyed Peas sonaban a todas horas en la radio. Así que tras varias semanas en las que Perales, Loquillo o Camela habían hecho aun más pesados los bloques de hormigón de la Axerquía con sus posiciones bien cimentadas en la industria, era necesario un poco de aire que refrescase las gradas del Teatro, que en el caso de la noche de este viernes fue un vendaval rosa dispuesto a ensalzar todas las emociones adolescentes.

Lola Índigo revoluciona la Axerquía. MANUEL MURILLO

Las sentencias feministas como "La niña sale de noche, la niña no va a volver" o "No soy tu mamá pa’ darte caprichos, no te aguanto más", contagiaron el espíritu de La Niña, el último álbum de la cantante, de 2021, de disfrutar la libertad femenina con orgullo y sin culpabilidad. En La llorera y Cómo te va, la artista demostró su lado más sentido, con ritmos r&b ante un auditorio abarrotado. Maldición, Santería y Mujer bruja despertaron el furor. Era imposible quitar los ojos de Lola Índigo y sus seis bailarinas, que sin duda supieron dar un buen espectáculo. El resultado de este baño de rosas y ritmos latinos es que "Las chicas solamente quieren que las dejen divertirse".