La Fundación Manuel Álvarez Ortega conmemoró ayer el tercer aniversario de la muerte del poeta con un acto cultural en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras, enmarcado en el programa Posición y vértices reivindicativos. La también poeta Juana Castro y el crítico literario Jorge Rodríguez Padrón profundizaron en la obra y figura de este autor, y en su exposición, Rodríguez Padrón señaló que «Manuel Álvarez Ortega desconcertó a muchos durante mucho tiempo porque contradice, una y otra vez, el estrecho canon en que se ha movido y, en cierta medida, se sigue moviendo, la crítica de la poesía española». Por esa razón, el crítico manifestó que su objetivo es «abrir el campo de visión para que la poesía de Álvarez Ortega muestre su personalidad al margen del estricto orden histórico actual del que, a pesar de todo, seguimos dependiendo».

Por su parte, Juana Castro destacó el existencialismo que recorre toda la obra del autor. El recital de Castro, titulado La heredad y el exilio, rememoró el libro Exilio de Álvarez Ortega, en el que el existencialismo y la soledad del paisaje desolado del sur son principales protagonistas. La poeta ha confrontado ese «exilio» con la «heredad», término muy presente en Claustro de día y en el último poemario de Juana Castro, Heredad seguido de cartas de enero.