El director cordobés Gerardo Olivares recaló ayer en Córdoba para participar, en el marco del Festival de Cine Africano, en un encuentro con los internos del centro penitenciario tras la proyección de su película 14 kilómetros . El film, que se alzó con la Espiga de Oro del Festival de Cine de Valladolid en el 2007, narra el drama de la inmigración en Africa a través del peligroso viaje de tres amigos hacia el sueño europeo. Tras este éxito, Olivares cosechó el aplauso de la crítica y el público con Entrelobos , un film basado en el hecho real del abandono de un niño de ocho años en plena Sierra Morena. Y como hay "muchas historias que contar", ahora está sumergido en el rodaje de El faro de las orcas , otro relato con personajes de carne y hueso.

--¿Qué sensación le ha dado volver a ver su película 14 Kilómetros en el marco de este festival y en el centro penitenciario?

--Ha sido una bonita experiencia, sobre todo porque había bastantes jóvenes magrebíes que habían cruzado el Estrecho en patera que se han visto identificados. He tenido una charla muy interesante con ellos. Para mí era una prueba de fuego que gente que ha vivido ese viaje en sus propias carnes viera la película. Se han emocionado y a través del film han recordado ese momento que ellos también vivieron.

--¿Sobre qué temas ha girado el debate con los internos?

--Me han preguntado por qué hice la película, cuáles fueron los lugares más complicados para el rodaje, si los actores eran profesionales, cómo hacíamos para cargar con toda la infraestructura por el desierto...

--¿Alguno de los asistentes le ha contado su experiencia?

--Pregunté si había alguno que hubiera llegado en patera a España y hubo varios que levantaron la mano, pero ninguno habló de su recorrido. Sin embargo, un chico dominicano sí ha contado su odisea desde República Dominicana a Puerto Rico en una embarcación precaria. Se hundieron, hubo amigos que perdieron la vida, y lo comparaba un poco con esos viajes a las costas de España.

--¿Pensó cuando estaba haciendo esta película que le daría tantas satisfacciones y seguiría tan vigente?

--La película sigue viva y es lo bueno que tiene el cine, que perdura, pero nunca cuando escribo un guión pienso en las satisfacciones que me va a dar. Lo que me interesa es intentar llegar al público, emocionar y sensibilizar. Los premios te ayudan a distribuir la película, a poder seguir haciendo cine.

--Precisamente sensibilizar y dar una imagen real de Africa es uno de los objetivos de este Festival de Cine Africano. ¿Cree que este tipo de encuentros pueden ayudar a esto?

--Por supuesto, el cine es un medio de comunicación y también es sensibilizar, conmover, inquietar, agitar, y eso se cuenta a través de las historias.

--Desde el 2007, cuando realizó el film, la situación no ha cambiado mucho. ¿Cree que aún está lejos de solucionarse el problema de la inmigración africana?

--Ya me gustaría tener la fórmula mágica. Ahora está ocurriendo a la inversa. Este año ha sido el primero en el que España registra más emigración que inmigración. Como yo decía al final de 14 kilometros , la historia ha demostrado que no hay muro capaz de contener los sueños. Siempre ha habido movimientos migratorios que lo que han hecho es enriquecer culturas, abrir mentes y ser multirracial, que es lo que, al final, enriquece a una cultura. Eso seguirá sucediendo porque, en el fondo, somos nómadas y si se busca una vida mejor y no se encuentra donde nacimos hay que buscarla en otro lugar. Hemos sido un país de emigrantes y ahora comenzamos a volver a serlo.

-¿Qué le parece que este encuentro cinematográfico haya llegado a Córdoba?

--Yo he estado dos veces en este festival y cuando me enteré de que venía a Córdoba, como apasionado del cine, me pareció que era una propuesta cultural para Córdoba increíble y, sobre todo, una oportunidad de ver un cine que, si no fuera por este festival, no se vería ni en Córdoba ni en España. Hay que apoyarlo, que vaya creciendo, porque se ha demostrado que los festivales que terminan funcionado son los que se especializan en algo muy concreto. La ciudad de Córdoba tiene que aprovechar la oportunidad.

-Después del éxito de Entrelobos . ¿En qué está trabajando ahora?

--Acabo de llegar de Patagonia, donde estoy rodando una película de ficción que se llama El faro de las orcas , también basada en un hecho real. Hitchcock decía que no había que hacer películas ni con niños ni con animales, pero yo vuelvo a hacerlo.

--Está claro que le van los niños, los animales y los hechos reales.

--Me van, sobre todo, los hechos reales con un mensaje final. En este mundo hay maravillosas historias que contar. No hay que inventarse nada.