La actriz británico-estadounidense Elizabeth Taylor ha muerto este miércoles a los 79 años, según han informado la cadena de televisión estadounidense ABC. La intérprete permanecía hospitalizada desde principios de febrero en el hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, donde fue tratada de síntomas de insuficiencia cardiaca congestiva.

A Liz Taylor le fue diagnosticada de insuficiencia cardiaca congestiva en el 2004. Taylor padecía del corazón desde hacía años y fue operada en el 2009 de una fuga en una válvula cardiaca, una intervención que en palabras de la actriz salió "perfectamente bien".

Además de sufrir de diversas neumonías durante su vida, Taylor ha superado en los últimos años problemas de espalda, diversas operaciones de cadera e, incluso, un tumor benigno en el cerebro que le fue extirpado en 1997. Una lista a la que hay que añadir un pasado de abusos de alcohol y drogas.

Según el portal TMZ, Taylor podría ser enterrada en el cementerio WestWood Village Memorial Park de Los Ángeles donde su familia tiene un nicho y donde yacen Marilyn Monroe y Natalie Wood.

Nacida en Londres

Taylor había nacido en Londres, de padres estadounidenses en febrero de 1932, pero residía en Estados Unidos desde su infancia.

Ganadora en dos ocasiones del Oscar por sus papeles en Una Mujer Marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf (1966), fue célebre, entre otros muchos motivos, por sus ocho matrimonios, dos de ellos con Richard Burton.

Su vocación artística le vino por parte materna. Su madre había sido actriz teatral, mientras que de su padre heredó su amor por el arte.

Taylor atesoró durante su vida una gran colección de suntuosas joyas entre las que destacan un diamante de 33,19 quilates que perteneció a la mujer de un colaborador de los nazis, otro que fue propiedad de la esposa favorita del emperador indio Shah-Jahan, en cuya memoria mandó erigir el célebre Taj Mahal y la popular perla Peregrina.

Filmes míticos

Dio sus primeros pasos en el cine con 10 años, en el filme There's One Born Every Minute (1942), que fue seguido por La cadena invisible (1943) y dos películas más antes de saltar al estrellato con Fuego de juventud (1944), un pedestal del que ya no se bajaría.

Después llegaron los títulos míticos: Mujercitas (1949), Gigante (1956), en el que compartiría cartel con Rock Hudson y el mítico James Dean, El árbol de la vida (1957) con su amigo Montgomery Clift o La gata sobre el tejado de zinc (1958) junto a Paul Newman, dos filmes que le valdrían sus primeras nominaciones.

La tercera llegó con De repente el último verano (1959), un año antes de que diese inicio su década de gloria en la que se coronaría como la reina de Hollywood, gracias en parte a películas como Cleopatra en la que llegó a cobrar un millón de dólares, el mayor sueldo de la historia por entonces.

En los 60 recibió dos estatuillas, se casó con Richard Burton por primera vez, el que sería su matrimonio más duradero (12 años) y estrenó 14 películas como La mujer indomable (1967), antes de que su luz comenzase a apagarse en el firmamento del cine.

La mujer de los ojos violeta

Liz Taylor fue fue considerada una de las mujeres más bellas de su tiempo y de sus famosos ojos "violeta" su marido Burton llegaría a decir que eran "tan sexy que equivalían a pornografía".

A partir de los 70 comenzaría poco a poco su declive, forzado en gran medida por sus serios problemas de salud, una cruz que arrastró durante toda su carrera, si bien su última película sería en 1994, Los picapiedra, donde hacía de suegra de Pedro Picapiedra.

Elizabeth Taylor, que fue nombrada Dama del Imperio Británico por la Reina de Inglaterra en 2000, pasó por quirófano al menos en treinta ocasiones por diversas dolencias en espalda, cuello, piernas, diversas fracturas, dos sustituciones de cadera, un tumor cerebral benigno o un tratamiento contra el cáncer de piel fueron algunos de sus achaques.

Activista contra el sida

La actriz, que también se sometió a una cura de desintoxicación de alcohol y pastillas, reconoció que se vio al borde de la muerte en varias ocasiones, especialmente por neumonía o por una arritmia cardíaca. Sus últimos años redujo mucho sus apariciones en público, siempre en su silla de ruedas debido a una osteoporosis, pero mantuvo su actividad como líder de campañas contra el sida, desde el fallecimiento de su amigo Rock Hudson. También fue muy amiga de Michael Jackson.