Las composiciones de Ramón Garay se conservan principalmente en la Catedral de Jaén, donde llegó en 1787 como maestro de capilla, pero su actividad no se limitó a la música religiosa. La recuperación de su obra profana se inició en 1996 con la edición crítica de cuatro de sus sinfonías. Junto a las sinfonías, completa su obra la ópera titulada ´Compendio sucinto de la Revolución española´, que el año pasado se presentó en el auditorio de Oviedo en versión de concierto. Según Temes, "estamos posiblemente ante la cuna del sinfonismo español, es decir, las primeras sinfonías modernas españolas en cuatro movimientos". Este es el estilo "a lo Haydn" que ofrece el director. Así, la obra de Garay descubre a un creador incansable, preocupado por integrar los nuevos caminos de la música europea.