En 1984, Patti Scialfa era la desconocida pelirroja que Bruce Springsteen fichó para afrontar la épica gira mundial de Born in the USA como corista y guitarrista de apoyo. Dos décadas después, la esposa del Boss muestra sus aptitudes como cantautora urbana en 23rd Street lullaby , un disco que no merece engrosar el rankings de caprichos discográficos publicados al amparo de las celebridades. Sus 12 canciones, en las que interviene discretamente Springsteen como guitarrista invitado, retratan a una narradora intimista que busca su espacio en el lenguaje del rock de autor americano.

Es su segundo trabajo individual. El primero, Rumble doll , salió en 1993. "En esos 11 años he tenido tres hijos, he trabajado con la E Street Band , he grabado material que no he publicado...", enumera Scialfa, por vía telefónica, para explicar esa tardanza editorial. Las dudas la han acompañado con frecuencia, pero para despejarlas estaba el Boss. "Su mensaje siempre era: no te preocupes en terminarlo cuanto antes, haz la música que quieras hacer, di lo que tengas que decir..."

Quiso, sin embargo, mantener a Springsteen al margen de las decisiones clave sobre la grabación. "Mi música es muy distinta de la E Street Band , y quise mantener esa distancia. En las cuestiones musicales busqué la ayuda del entorno de la grabación, sobre todo del coproductor, Steve Jordan. No le plantee dudas musicales a Bruce; se resolvieron en el estudio", revela.

Del método de trabajo de Springsteen, observado desde una posición privilegiada durante 20 años, aprendió "el proceso artesanal de la construcción de una canción; cómo moldearla; grabarla de una forma y luego de otra..." Pero Scialfa, de 51 años, posee un bagaje propio de referentes musicales que se remonta a los grandes creadores del folk y el rock americano de los 60 y 70. "Siempre me han enganchado los cantautores con mensajes claros y emocionales, con una visión poética y una actitud independiente. Como Bob Dylan y Joni Mitchell".

23rd Street lullaby (Canción de cuna de la calle 23) es un álbum de impresiones personales muy ligadas a Nueva York, la ciudad en la que vivió durante más de 10 años. En el libreto destaca una foto tomada en un balcón del célebre Chelsea Hotel. "El disco parte de los recuerdos de mis años en Chelsea, con personajes reales". Con una mirada más reposada que la expresada en Rumble doll . "Aquel disco fue, en cierto modo, una carta de amor a mi marido". Músicos de perfil experimental, como Marc Ribot y Greg Cohen intervienen en el disco como sutiles revulsivos. "Las estructuras de mis canciones están un poco pasadas de moda", opina Scialfa.

Aún cree en el rock como medio para mover montañas: la reafirma su experiencia en la gira anti-Bush Vote for change . "Nunca sabes si puedes influir en unas elecciones, pero ha valido la pena citarnos todos bajo un mismo techo y motivar a la gente para que vote", considera Scialfa.