II FESTIVAL DE PIANO

´RAFAEL OROZCO´

Intérprete: Larisa Tedtoeva (piano)

Lugar: Auditorio del Conservatorio Superior de Música

Día: sábado, 29 de noviembre

Nuevo lleno en la sesión sabatina que el auditorio del Conservatorio Superior de Música dedicó, como ha ocurrido a lo largo de todo el mes de noviembre, al II Festival de Piano ´Rafael Orozco´. La pianista rusa, afincada en Córdoba, Larisa Tedtoeva ofreció un recital de gran altura, muy serio en la confección del programa y con una realización muy profesional. Para empezar Larisa Tedtoeva posee una técnica pulida, que le permite alcanzar una total corrección en sus ejecuciones. Por otra parte, la artista rusa es muy respetuosa con las partituras y su sentido de la interpretación es moderno en el más amplio sentido del concepto. No reinventa nada, ni personaliza en exceso la traducción de lo que toca; más bien pone el énfasis en ofrecer con claridad de exposición y total limpieza los deseos de los compositores que interpreta. Por eso sus fraseos son muy claros y naturales, el uso del rubato se ajusta al contexto y no resulta exagerado ni corto, y logra niveles dinámicos con amplitud de matices. El Album de la juventud de Tchaikovsky fue una prueba de ello, pues la sencillez de las pequeñas piezas que lo integran requería una diversidad de matices y gran fantasía para que esas pinturas musicales quedaran bien plasmadas. A continuación, la difícil Noveleta nº.8, en fa sostenido menor , de Robert Schumann, le permitió seguir demostrando su musicalidad y además un virtuosismo controlado y sincero.

ARTE PIANISTICO Pero donde mejor se reveló el arte pianístico de Larisa Tedtoeva fue, a pesar de la esplendidez de esa primera parte comentada, en las obras de Rachmaninov y Prokofiev que tocó tras el descanso. El romanticismo tardío del primero, tan conocido por sus conciertos para piano y orquesta, tiene una expresión condensada en los 24 Preludios que compuso, como también en los Momentos musicales y en otras piezas de corta extensión. Tedtoeva comenzó asombrando con el brillante segundo preludio de la serie op.23 , donde a pesar de cierta falta de mayor potencia, estuvo sensacional. También en los otros dos, más serenos y poéticos: el muy conocido en re mayor de esa misma opus y el escrito en sol sostenido menor, del op.32 . De mayor envergadura era la obra que cerraba el programa: la Sonata nº.2 de Prokofiev, abrupta en ocasiones, con fuertes acentos y un lenguaje modernista que poco o nada tiene que ver con el de su compatriota.

Larida Tedtoeva, que expuso con autoridad y gran seguridad la difícil obra de Prokofiev, culminó así su estupendo recital, no sin antes tocar, fuera de programa, el Estudio en do sostenido menor de Alexander Scriabin.