La aplicación del pasaporte covid en Córdoba discurrió con total normalidad. Lo hizo para los empresarios de la hostelería, para los consumidores y parece que también para la Policía Local, encargada de multar a aquellos locales que no pidieran el certificado (algo obligatorio en la hostelería desde el 20 de diciembre y hasta hace un par de días).

Según han explicado a este periódico fuentes municipales, se estableció algún que otro apercibimiento y se informó de manera preventiva de las consecuencias que pudiera generar el no exigir el certificado de vacunación. Más allá de esto, poco. El número de sanciones no es ni siquiera reseñable.

Cabe recordar que la orden emitida por la Consejería de Salud y Familias con la medida (avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) y publicada en el BOJA hacía referencia a una serie de sanciones a las que se enfrentaban los locales de hostelería y ocio por no pedir el pasaporte. Ese régimen sancionador quedaba establecido en el Decreto-ley 21/2020, de 4 de agosto, por el que se recogían las multas por incumplir las medidas de prevención y contención aplicables en Andalucía ante el covid-19. Ese régimen contemplaba sanciones de 100 a 3.000 euros por infracciones leves, de 3.001 a 60.000 por infracciones graves y hasta 600.000 euros por las muy graves.

Las mismas fuentes municipales consultadas recuerdan también que el pasaporte solo era obligatorio para acceder al interior de los establecimientos, no así en las terrazas (aunque el consejero de Salud, Jesús Aguirre, había insinuado que también se pediría en exteriores). La labor vigilante de la Policía Local está en la calle, en el caso de que algún hostelero incumpliera la norma tendría que ser alguien el que diera aviso a los agentes para que se personara en el local, algo que apenas ha ocurrido.

Es más, habitualmente, y durante los peores meses de la pandemia, el Ayuntamiento informaba puntualmente de todas las sanciones interpuestas en torno a incumplimientos de la normativa anticovid, como el no llevar mascarilla, concentraciones numerosas o sobrepasar el aforo o el horario cuando estos existían. Con el asunto del certificado de vacunación, esa información no se ha dado.

Parte de los empresarios hosteleros cordobeses ya comentaron a este periódico el día que se eliminaba el pasaporte que los problemas en torno al mismo no se habían dado. En un principio sí que hubo alguna que otra voz contraria que afirmaba que los hosteleros "no somos policías", teniendo en cuenta que era tarea de ellos comprobar (a través de una aplicación) que el pasaporte era válido y que estaban avalados por la orden de la Junta para pedir un documento de identidad. Más allá de su utilidad, que sí ha generado más disparidad de opiniones, la aplicación, al menos en Córdoba, no ha generado problemas significativos.