Posadas acoge un curso para profesionalizar la cestería de vareta de olivo

La sede de la Asociación de Cesteros Tradicionales de Posadas ha acogido la presentación del proyecto Gloclima (Gobiernos Locales y Ciudadanía por el Clima en Andalucía), impulsado por el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi) y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, cuyo objetivo global es promover iniciativas transformadoras locales contra el cambio climático.

En el acto han intervenido el concejal de Medio Ambiente, Antonio Alabanda; la concejala de Desarrollo, Salud Rodríguez; el responsable de Famsi, Luis Amaro; el técnico municipal de Medio Ambiente, Juan Luis Pons; y el directivo de la Asociación de Cesteros, Andrés Ramírez.

El proyecto de esta entidad andaluza gira en torno a cuatro ejes formativos, siendo uno de ellos la artesanía, de ahí que se pusieran en contacto con el Ayuntamiento de Posadas para ponerlo en marcha a través del colectivo de cesteros con la finalidad de que en el municipio haya una transformación en sentido positivo desde el punto de vista social, laboral y medioambiental.

Pero lo principal para hacer realidad la iniciativa es la relación de la vareta de olivo –material que se usa para elaborar los cestos y canastos- con el cambio climático, que no es otra que evitar que los olivareros quemen estas ramas resultantes de la poda para que no se emitan durante la combustión gases de efecto invernadero como el CO2.

El siguiente paso es utilizar esa materia prima, que además sale gratis, en un nuevo ciclo productivo que nada tiene que ver con la agricultura, como es la artesanía, promoviendo así la llamada economía circular.

Para ello es necesaria la formación con el objetivo de profesionalizar un oficio a día de hoy casi perdido como es el de la cestería con vareta de olivo. De esta forma se han iniciado unos cursos destinados a personas paradas de larga duración, jóvenes sin oportunidades laborales u otras personas interesadas, los cuales se prolongarán hasta junio.

Las clases son impartidas durante tres días a la semana por cinco monitores de la asociación que tienen a su cargo a diez alumnos, algunos de ellos de fuera de Posadas. Debido a la demanda, incluso se ha generado una lista de espera por si se produjera alguna baja.