SEQUÍA

La Colada se queda sin vida: la CHG recoge 19 toneladas de peces muertos

La Confederación del Guadiana termina el proceso de recogida

Retirada de peces muertos en La Colada.

Retirada de peces muertos en La Colada. / Confederación Hidrográfica del Guadiana

Rafael Verdú

Rafael Verdú

La Colada lleva años, desde que comenzó la sequía, siendo lo que técnicamente se llama un "pantano muerto", agua embalsada que no se refresca mediante un ciclo natural de entradas y salidas. Ahora lo es también de forma literal, ya que sus aguas han dejado de tener vida. 

La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha anunciado este viernes que ha concluido la retirada de peces muertos que flotaban en el pantano de La Colada desde hace semanas. La cantidad que han recogido los técnicos es asombrosa: casi 19 toneladas, o 18.780 kilos para ser exactos. Es suficiente como para surtir del pescado que consumen en un año 1.000 personas, o dos camiones grandes. Si quedan peces vivos, no deben de ser muchos. 

En un comunicado, la CHG informa de que "como se recordará, estos trabajos comenzaron a principios de septiembre con el objetivo de evitar un deterioro de la calidad de las aguas del embalse". Pero las aguas de La Colada ya estaban suficientemente contaminadas sin necesidad de peces vivos. 

Origen de la contaminación

La Junta de Andalucía ya prohibió desde el año pasado el baño en un embalse que, en realidad, no es más que una piscina grande, ya que no sirve para otra cosa en la actualidad. Y ahora ni siquiera eso. En abril de este año, se detectó tal cantidad de contaminación (incluso con bacterias fecales) que el agua no servía para el consumo humano ni siquiera tras pasar por la planta potabilizadora de Sierra Boyera. 

La aparición de peces muertos en La Colada es habitual cada año, según informa a este medio Miguel Aparicio, técnico de medio ambiente y presidente de la plataforma Unidos por el Agua. Pero "nunca habíamos visto nada igual". 

Además de la contaminación del agua, Aparicio recuerda otros factores que inciden en la mortandad de peces. Los sedimentos del fondo del pantano fermentan y hacen que el agua oxígeno. A ello hay que unir las cuatro olas de calor de este verano, que hacen que suba la temperatura del agua a un nivel para el que los peces no están preparados, además de provocar una mayor evaporación del agua y, por tanto, menos oxígeno aún.