En un paraje a cinco kilómetros

Encuentran un molino romano de aceite en una finca de olivar en Baena

Tras su restauración se expondrá en el patio central del Museo Histórico 

Esta pieza es una de las pocas que se conocen en la provincia de Córdoba

Molino romano hallado en una finca de olivar de Baena.

Molino romano hallado en una finca de olivar de Baena. / Córdoba

Las labores en el campo han puesto al descubierno una nueva pieza arqueológica que pasará a formar parte de los fondos del Museo Histórico y Arqueológico Municipal de Baena. En este caso se trata de una pieza de gran interés por su relación con el mundo del olivar y el aceite de oliva. 

Se trata de un molino que se ha descubierto de manera fortuita, con motivo del arranque de un olivo en el paraje de Vela, en el término municipal de Baena, situado a unos cinco kilómetros al este del casco urbano.

El hallazgo fue comunicado al arqueólogo municipal José Antonio Morena y de inmediato se puso en marcha la operación para trasladar la pieza a dependencias municipales donde se procederá a su limpieza y restauración. En concreto, corresponde a un molino de aceite del tipo trapetum, del que ya hablaba Catón el Viejo en el siglo II a.C. en su libro De Agricultura que incluye la pieza correspondiente al mortarium o basamento de piedra con forma de mortero y también medio orbis, de los dos que tenía este tipo de molinos, de forma plana al interior y semiesférica y convexa hacia los lados. El mortarium tiene en el centro un saliente de forma cilíndrica, denominado miliarium, con una perforación en el centro del mismo para encajar la pieza metálica llamada columella que no se ha conservado.

Restauración del molino

Según explica el arqueólogo municipal, el objetivo es restaurar el molino uniendo las dos piezas del mortarium, reconstruir también la mitad que le falta a la muela semiesférica (orbis) y hacer otra igual colocando ambas en su posición original.

Ambas muelas estarían unidas con sendos maderos (modioli) y encajados en el centro con otro madero o una pieza metálica (cupa) sujeta con un perno metálico (columella) al cilindro central o miliarium. Los palos de madera eran movidos por dos hombres que hacian girar las dos muelas generando sobre las aceitunas un efecto de machaqueo y otro de dislaceración, ya que dichas muelas podían llegar a girar también sobre sí mismas. 

Pocos ejemplares conocidos

El molino tiene un diámetro máximo de 1,27 metros, una altura de un metro y un peso de unos 3.000 kilos siendo uno de los pocos ejemplares que se conocen en la provincia de Córdoba. Morena comenta que la pieza puede tener unos 2.000 años, aunque no se pede concretar al desconocerse el contexto. Sin duda, es una «evidencia de que hace dos mil años ya se cultivaba el olivar» en Baena y se producía ese oro líquido que en su mayor parte se exportaba a todo el imperio romano. 

Por otra parte, la presencia en el mortarium de dos rebajes contrapuestos, en forma de T invertida podría indicar que la pieza fue reutilizada posteriormente como contrapeso de una prensa de viga. El molino quedará expuesto en el patio central del Museo Arqueológico de Baena.

El arqueólogo explica que el molino de aceite del tipo trapetum es originario de Grecia y su uso se generalizó en todo el imperio romano, habiéndose encontrado restos de este tipo de molino en las ruinas de la ciudad de Pompeya. Era, en definitiva, un utensilio que se empleaba para extraer el preciado jugo dorado de las aceitunas, que se utilizaba para cosmética, medicina, cocina y para alimentar las lámparas.