La sequía incesante mantiene a los depósitos de Lucena en un nivel preocupante y «no llegan» ni al 55%. Entre ambos almacenamientos superan ligeramente los cuatro metros de agua, el mínimo fijado por el Ayuntamiento para agravar las restricciones.
Aguas de Lucena ha acordado publicar un bando con prohibiciones en el uso del agua potable porque el contexto hídrico, en modo alguno, mejora. Algunas de las medidas supondrán la paralización del vaciado y el llenado de las piscinas, el riego innecesario o la limpieza de coches, fachadas o aceras.
La concejala responsable de la empresa municipal, Mamen Beato, reiteraba ayer que la aplicación de cortes generales «es el último recurso» ya que, por ejemplo, acarrearía serios efectos en las tuberías y podría provocar, por «golpes de ariete», fugas y averías. Esta tesis ha sustentado el rechazo a la proposición de Ciudadanos basada en interrumpir el abastecimiento, en un breve intervalo de tiempo, a fin de homogeneizar los perjuicios a los ciudadanos.
Por ahora, sí permanece vigente, sin perspectivas de eliminación, la disminución de la intensidad del agua entre las 23.30 y las 06.00 horas.
