La Guardia Civil, tras la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento de Posadas, está investigando el envenenamiento de varios gatos pertenecientes a la colonia feral del barrio de El Mirador, donde hace unos días aparecieron tres ejemplares muertos y el resto se encuentran desaparecidos. Posteriormente, murió otro cuando estaba siendo atendido por la veterinaria de la localidad.

En Posadas están registradas nueve colonias ferales en distintos puntos del municipio. Estos grupos de gatos están totalmente controlados en virtud del convenio suscrito entre el Consistorio y el Colegio de Veterinarios de Córdoba, siendo el primer municipio de la provincia que firmó un acuerdo de este tipo.

Los felinos abandonados se capturan y se trasladan al veterinario para su desparasitación, vacunación y castración, ya que el principal objetivo es que las colonias no crezcan. Posteriormente se devuelven a su hábitat con un chip que indica su pertenencia a la colonia feral.

Además, hay cuidadores que son los únicos encargados de alimentar a los gatos y que actúan de nexo entre el Ayuntamiento y los dos veterinarios del pueblo, estando sus funciones reguladas por el Colegio de Veterinarios. Ahora se está a la espera de que los análisis determinen qué veneno acabó con la vida de estos gatos.