Córdoba perdió durante el año del coronavirus más de 4.000 habitantes, según la última actualización del padrón continuo realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al 1 de enero del 2021. A inicios de este año, el número de habitantes de la provincia de Córdoba era de 776.282, 4.169 menos que en enero de 2020, lo que implica una caída de un 0,66%.

La pérdida poblacional es continua en la provincia desde el año 2011, ejercicio en el que se registró el mayor pico de habitantes en Córdoba, casi 806.000. A partir de aquí, la bajada no cesó y en este 2021 las cifras poblacionales se asemejan a las del 2004 o el 2005.

Además, otra tendencia que se confirma con esta estadística es que la población cordobesa está cada vez más envejecida, tanto que cuenta con la edad media más alta de Andalucía, solo por detrás de Jaén, pero con cifras muy similares. Según el INE, la edad media en Córdoba a inicios de año era de 43,9 años, mientras que la de Jaén era de 44. Se trata de un indicador que, obviamente, no ha parado de crecer acorde al aumento de la calidad de vida. Solo un apunte, en 1998 la edad media cordobesa superaba por poco los 38.

Que la población está cada vez más envejecida también se percibe al analizar los grupos de edad. En enero de este año la población de hasta 15 años (117.696 personas) había bajado con respecto a 2020 y también lo hizo la de entre 16 y 44, que sumaron 272.773 habitantes. Sin embargos, los otros dos grandes grupos de edad que analiza el INE ganaron población. El grupo de entre 45 y 64 años creció un 0,73% y de más de 65 lo hizo casi un 1%.

Estadística Padrón Continuo

Además, Córdoba perdió durante el año del covid tanto población extranjera como nacional. Esa población extranjera que antaño equilibraba el padrón y compensaba la pérdida de nacionales, ya sigue la misma tendencia. De los 776.282 habitantes registrados en el padrón en enero del 2021 en Córdoba, 21.608 eran extranjeros, por lo que la caída con respecto al año anterior ha sido superior al 4%.

Los efectos de la crisis del coronavirus sobre los datos poblacionales no puede verse en un solo año. Aún así, el padrón continuo evidencia lo que lleva años sucediendo, una tendencia a la pérdida de habitantes por muchas cuestiones. En tendencia a la baja que empezó en 2011 tuvo mucho que ver la salida de jóvenes en busca de una vida mejor debido a los efectos de la gran crisis económica de 2008, pero esto solo es un factor. Córdoba no ha sido especialmente atractiva para la población inmigrante, de ahí que sus cifras tampoco hayan sufrido fuertes variaciones a lo largo de los años. Y a esta población, claro está, también les afectó la crisis.

Otras claves para explicar estos movimientos se encuentran en que aumenta la calidad de vida, por lo tanto la gente vive más, de ahí que la población de más de 65 años siga aumentando año tras año. A ello se une una caída de la natalidad, hecho que tiene sus propias explicaciones, lo que deriva en que los grupos de niños y jóvenes cada vez estén más menguados.

El efecto covid

El coordinador de la Unidad Estadística del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), Manuel Trujillo, entiende que en Córdoba el número de defunciones por coronavirus no ha tenido un efecto directo sobre esta estadística del padrón continuo, algo que sí ha ocurrido a nivel nacional (España perdió en el 2020 población por primera vez en cinco años).

Lo que sí puede tener consecuencias es la caída de la natalidad durante ese año, en el que habido, según Trujillo, "menos niños de lo que se esperaba". Además, en la pérdida poblacional en el año del coronavirus también también entra en juego la parada de la economía, lo que a su vez deriva también en que caiga el número de extranjeros y, por lo tanto, la cantidad de inmigrantes que vienen a trabajar. Aún así, el experto del IESA señala que en Córdoba hay muy poca población extranjera, y eso ha sido así siempre, sin que tenga que ver en ello la pandemia sanitaria.

Trujillo recuerda también que la natalidad lleva años "estancada" lo que unido al hecho de que muchos jóvenes salen de Córdoba para trabajar deriva en que ese grupo de personas jóvenes es cada vez menos numeroso. La clave, claro está, hay que hallarla en las oportunidades laborales de la provincia, escasas, lo que colocan a Córdoba con una tasa de paro muy alta (de las más destacadas de España).

¿Puede cambiar esto a corto plazo? ¿Puede una recuperación rápida como la que se vaticina tras el covid cambiar la tendencia? Trujillo lo pone en duda. Sí aclara que la bajada podría reducirse si se produjera una mejora económica, pero aún así apunta que la tendencia demográfica "es muy fuerte".

Economía centralizada, pérdida de población

El coordinador de la Unidad Estadística del IESA señala otra clave de la pérdida poblacional: la concentración de la economía en pocos puntos. En España, explica, "la tendencia es de centralizar la economía, sobre todo en Madrid y en zonas costeras". Eso lleva a una despoblación de las zonas de interior, y más aún de las zonas rurales.

"Este problema hay que abordarlo a nivel nacional", recomienda Trujillo, que apunta que esta realidad deriva en una desigualdad entre territorios que son, al final, los que sufren las pérdidas de habitantes más intensas.