Los pozoalbense cumplieron con la tradición y ayer domingo llevaron de regreso a su santuario de la Jara a la patrona, la Virgen de Luna. Pasaban las once de la mañana cuando la imagen de la Virgen llegaba a su ermita portada a hombros por una cuadrillas de hombres y mujeres formada para la ocasión. Las caras de emoción y satisfacción entre las personas que la habían acompañado a pie desde su salida de Pozoblanco era evidente. Habían pasado cuatro horas desde que la patrona partiera del templo de Santa Catalina que la ha acogido desde que llegara a Pozoblanco el pasado mes de febrero.