El campo cordobés puso ayer punto y final a la primera huelga que se convocaba en toda la provincia desde enero de 1993. La organización agraria COAG y los sindicatos UGT y CCOO firmaron un acuerdo que tendrá una vigencia de tres años y que recoge subidas salariales del IPC previsto más el 3% en este año y del 2% en el 2010 y 2011. La noticia, que ayer concentró la atención de miles de empresarios y trabajadores, no se produjo hasta el final de una reunión que se había iniciado a las 9.30 horas y no culminó hasta las 15.40 en la Delegación Provincial de Empleo.

Sin embargo, la organización agraria Asaja, que se había levantado de la mesa antes de producirse este acuerdo, afirmó ayer que impugnará su aplicación al considerar que se ha firmado sin el consentimiento de una parte de la representatividad del empresariado cordobés. Además, el presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, aseguró que se siente "engañado" porque se trataba de avanzar en la negociación y clarificar los posicionamientos para acercar posturas. El dirigente empresarial indicó que los sindicatos se mostraron "inflexibles" en sus demandas salariales (Asaja Córdoba proponía un incremento total del 4,6% más el IPC previsto en cada una de las anualidades, frente al 7% que se acordó). Incluso, el presidente de Asaja llegó a cuestionar la postura que mantuvo el secretario general de COAG: "No sabemos a qué agricultura se dedica COAG que le permite acordar esos incrementos salariales".

En este sentido, el representante de COAG respondió a Fernández de Mesa que el acuerdo "supone un ejercicio de responsabilidad por todos". "Mis asociados no pueden dejar tiradas sus cosechas en los suelos, ni podíamos permitir que se cuestionara el futuro de los cítricos en Palma del Río. Hemos firmado un acuerdo razonable", añadió Francisco Garrido.

Por su parte, el secretario provincial de UPA, José Luis Gutiérrez, dijo que pedirá a sus asociados que apliquen el acuerdo cerrado ayer y volvió a demandar a las distintas partes su inclusión en la mesa negociadora, como sucede a nivel nacional. Gutiérrez explicó que la subida salarial prevista está por debajo de lo que se está pagando por los empresarios en el campo.

Los sindicatos UGT y CCOO dieron validez legal al acuerdo y destacaron la labor mediadora de la Junta para buscar una solución al conflicto planteado en el campo. Ambos sindicatos estimaron que la diferencia que había "no era tan grande para no llegar a un acuerdo entre todas las partes". Por ello, el secretario provincial de UGT, Jesús Comino, hizo un llamamiento para que se adhiera el mayor número de empresarios. "Había que llegar a un acuerdo, porque no era aconsejable continuar con una huelga por los graves daños que se podía producir en los cultivos", añadió.

El secretario provincial de CCOO, Rafael Rodríguez, indicó que el acuerdo supone un ejercicio de responsabilidad. "Entendemos que el acuerdo es satisfactorio para las partes que lo han firmado, pues el incremento salarial es asumible por los empresarios", señaló.