Reportaje

La metamorfosis de la educación en dos décadas

Las nuevas tecnologías han supuesto una revolución en las aulas

El exceso de burocracia marca la labor de los directores

Niños en un colegio en una imagen de archivo.

Niños en un colegio en una imagen de archivo. / EFE

María José S. Guardiola

María José S. Guardiola

En los últimos años, la educación ha vivido una constante evolución. Más allá de las leyes y normativas que se han ido aplicando en función de los sucesivos gobiernos, los métodos de enseñanza, los recursos tecnológicos y competencias digitales, o incluso el perfil del alumnado actual, han supuesto una auténtica transformación en la comunidad educativa, dentro y fuera de las aulas. Para narrar dicho proceso de continuo cambio, este reportaje cuenta con los testimonios de dos directores que llevan más de 20 años al frente de la dirección de sus respectivos centros, por lo que han vivido en primera persona la metamorfosis del sistema educativo.

«El mundo y la sociedad ha cambiado de forma muy rápida y la escuela debe responder a las demandas que esto exige. No podemos estancar la educación cuando la sociedad sigue avanzando», así lo indica la directora del CEIP Epora de Montoro, Mª del Carmen Marín Galán, quien comenzó su andadura en el puesto en 2002. La directiva recuerda que «la metodología ha dado un giro de 180 grados», si bien antes explica que el docente era el que seleccionaba la información, y mediante las clases magistrales transmitía la lección, construyendo el conocimiento, resolviendo dudas, y realizando una serie de ejercicios y pruebas para comprobar lo aprendido. «Ahora organiza situaciones de aprendizaje, implicando a sus alumnos y alumnas en sus aprendizajes y en su trabajo. Se fomenta el trabajo en equipo utilizando diferentes herramientas y acompaña en el proceso de enseñanza y aprendizaje».

María del Carmen Marín, direcotra dfel CEIP Épora de Montoro.

María del Carmen Marín, direcotra dfel CEIP Épora de Montoro. / CÓRDOBA

Por otro lado, el director del IES Ategua de Castro del Río, Antonio Erencia, señala como «evidente que la sociedad de ahora guarda pocas semejanzas con la de hace veinte años y esto ha repercutido en la vida de los centros, que se ha vuelto más compleja y poliédrica». Este hecho explica que la escuela se encuentre en un proceso de adaptación permanente a una realidad «tan cambiante». Unos cambios que, como ha señalado el directivo, afectan a las propias familias y a las relaciones entre los miembros de estas con el centro educativo. A todo esto se suma un permanente cambio de las leyes y normativas (LOCE, LOE, Lomce, Lomloe) que originan cambios en los contenidos curriculares, la evaluación o las metodologías. «Nunca se ha llegado a un pacto por la Educación que dé estabilidad al marco normativo», subraya Marín.

No obstante, el director del IES Ategua indica que aún quedan similitudes en la enseñanza actual respecto a la de hace un par de décadas. «Mantiene el mismo espíritu de mejora permanente que caracteriza desde siempre al sistema educativo, el mismo deseo de ser útil y la consciencia de ser la pieza fundamental, si no la más importante, para formar ciudadanos responsables y críticos».

Antonio Erencia, director del IES Ategua de Castro del Río.

Antonio Erencia, director del IES Ategua de Castro del Río. / CÓRDOBA

Nuevas tecnologías

Las tecnologías han supuesto una auténtica revolución en el mundo actual, todas las etapas educativas se han visto inmersas en el proceso de digitalización. La comunidad educativa se ha enfrentado a grandes retos como la competencia digital docente para incorporar estas nuevas herramientas de forma normaliza en la enseñanza, como reconoce la directora Marín, quien asegura que «el profesorado ha hecho un gran esfuerzo para formarse en el uso de las herramientas digitales en la enseñanza y facilitar la competencia digital del alumnado».

Erencia, por su parte, también añade que las TICs están plenamente incorporadas en el proceso educativo, y recuerda que el uso de estas herramientas «permitieron durante la pandemia mantener un sistema educativo que de otra manera hubiera colapsado: mantuvo el contacto entre el alumnado, el profesorado y las familias y permitieron solventar con indudable éxito una situación totalmente nueva para todos».

Las tecnologías fuera del aula también repercuten en ella. Los alumnos –cada vez a más corta edad- llevan a clase aparatos tecnológicos como móviles, lo que propicia una menor concentración. A primeros de año, el Consejo Escolar de Estado aprobó por unanimidad una propuesta para prohibir el uso de los móviles en Primaria y limitar su utilización en Secundaria. Ante esta medida ambos directores se muestran de acuerdo. «Creo que en este tema existe un amplio consenso entre las familias y el profesorado. A determinadas edades el móvil crea muchos más conflictos que beneficios pueda tener su uso académico», asegura Erencia, a lo que Marín reconoce que en los centros de Primaria los niños y niñas empiezan a tener móvil propio generalmente a partir de los ocho años.

Pasado y futuro

Erencia lleva 22 años al frente de la dirección del IES Ategua, y al mirar hacia atrás lo tiene claro: el balance es positivo. «Los directores estamos obligados a ser optimistas y no puedo por menos que hacer un balance positivo después de tantos años asumiendo esta responsabilidad», de no ser así, afirma que ya lo hubiera dejado; sin embargo, como apunta el docente, «la vocación de profesor es la más bella del mundo, que el trato con mis alumnos cada día produce una satisfacción difícil de calibrar y que ejercer la responsabilidad de la dirección del centro me ha permitido crecer tanto desde el punto de vista profesional como humano». Para el directivo lo que más valora del ejercicio de la dirección es el contacto con las personas y «la convicción de que todos los días trabajamos para obtener lo mejor de nuestros alumnos y sentirnos partícipes de sus anhelos, de su crecimiento como personas y de sus futuros». Algo similar opina la directora del CEIP de Montoro, quien asegura que a lo largo de todos estos años ha procurado tener al alumno como eje de todas las actuaciones, además de dar el máximo apoyo a los profesionales del centro, «para que de manera conjunta se alcanzaran los objetivos educativos que pretendíamos».

Ambos profesionales también coinciden respecto a las funciones menos atractivas de su puesto: la carga burocrática. «Creo que la figura de director o directora tiene excesivas funciones burocráticas y administrativas que merman la que yo considero prioritaria, que es la pedagógica. La autonomía de centro siempre está limitada por la normativa vigente», explica la directora de Montoro, a lo que director de Castro del Río añade que «con la enorme carga burocrática con la que nos enfrentamos cada día, corremos el riesgo de olvidar qué es lo verdaderamente importante y para qué estamos realmente ocupando un cargo directivo».

Un puesto como este conlleva una responsabilidad y carga de trabajo que en ocasiones ahuyenta a los docentes. Respecto al relevo generacional, Erencia indica que «con el cargo se asume una enorme responsabilidad y la Administración debe trabajar más para hacer atractivo un puesto de trabajo para el que en algunas ocasiones no hay voluntarios. Tenemos que mejorar la imagen y los incentivos que favorezcan que más profesores opten por estos cargos».

Integración

En esta evolución en las aulas, una de las cuestiones a la que se le ha puesto el foco es a la importancia de la salud mental infantil y las situaciones provocadas por el acoso escolar. Ambos profesionales explican que ante cualquier indicio de estas características se activan los protocolos indicados por el centro. Marín señala dos figuras fundamentales en el abordaje de dichos casos, por un lado, el equipo de Orientación Educativa y, por otro, la enfermera escolar. El director insiste en que «afortunadamente contamos con diversos protocolos que implican tanto a las familias y profesorado como al personal de la propia Delegación Territorial de Educación y a personal del Servicio Andaluz de Salud para detectar cuanto antes una situación de este tipo y tratar de corregirla con la máxima celeridad posible».

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