Biblioteca Séneca

Una empresa de Sevilla replicará los azulejos de los bancos de los jardines de los Patos

Representantes de Cerámica Santa Isabel, ubicada en Triana, han visitado hoy la capital cordobesa para conocer de primera mano los azulejos que hay que sustituir

Una empresa de Sevilla replicará los azulejos de los bancos de los jardines de los Patos.

Una empresa de Sevilla replicará los azulejos de los bancos de los jardines de los Patos. / Víctor Castro

Irina Marzo

Irina Marzo

Una empresa de Sevilla estudia cómo replicar y en su caso restaurar los azulejos de los bancos de los Jardines de la Agricultura, más conocidos como de los Patos, que se encuentra en muy mal estado de conservación. Se trata de Cerámicas Santa Isabel, una empresa ubicada en el barrio de Triana (históricamente ligado a la alfarería y que acogió algunas de las fábricas de azulejos más importantes de España), que es especialista en cerámica artística fabricada y pintada a mano.

Los azulejos fueron obra de Juan Ruiz de Luna, uno de los ceramistas más importantes de Talavera de la Reina de la primera mitad del siglo XX, que realizó este trabajo combinando el gusto del momento por la recreación vegetal y geométrica con frases de Séneca. El pensador cordobés daba nombre a una biblioteca popular y al aire libre que se ubicó en estos jardines en la década de los años 20 del pasado siglo y de la que hoy solo se conservan los bancos de azulejos que daban asiento a sus lectores.

Una visita para conocer los azulejos

El delegado de Infraestructuras, Miguel Ruiz Madruga, acompañado por el subdirector de Infraestructuras, Jesús Paniagua, acompañaron esta mañana a la arquitecta del proyecto de recuperación de los jardines, Lucía Ayuso, y a los representantes de la empresa sevillana que se desplazaron a Córdoba para conocer in situ los azulejos en cuestión. La arquitecta ya había trabajado con los artesanos trianeros en la rehabilitación de un palacete sevillano.

La Delegación de Infraestructuras ha recurrido a esta empresa sevillana, después de constatar que ninguna de las alfarerías radicadas en La Rambla se dedican a hacer este tipo de azulejo muy característico y antiguo, y cuya máxima complejidad radica en lograr que los colores sean lo más similares posible a los originales. "Esa es la parte técnicamente más complicada, que ya no se puede hacer porque el color se hacía de una manera muy artesanal; ahora se va a hacer lo más fiel posible", explica Ruiz Madruga.

Una empresa de Sevilla replicará los azulejos de los bancos de los jardines de los Patos.

Una empresa de Sevilla replicará los azulejos de los bancos de los jardines de los Patos. / VÍCTOR CASTRO

En todo caso, el Ayuntamiento de Córdoba va a pedir ayuda al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, (IAPH) para que ayude a tomar decisiones en aquellos casos en los que los azulejos originales estén en tan mal estado que haya que sustituirlos por completo. De hecho, Ruiz Madruga ya ha contactado con el director del IAPH, Juan José Primo Jurado, para que "el instituto preste ese apoyo técnico a la ciudad y que la decisión sea lo más adecuada posible", explica el concejal.

Un proyecto de restauración integral

La restauración de los azulejos se enmarca dentro del proyecto al que el Ayuntamiento de Córdoba someterá a los Jardines de la Agricultura: una rehabilitación integral, que incluirá el arreglo y sustitución de los azulejos que formaron parte de la antigua biblioteca Séneca. La idea del concejal Ruiz Madruga es recuperar este espacio en un rincón de lectura como fue antaño, donde se ofrecían libros en servicio de autogestión para los usuarios.

Qué fue la Biblioteca Séneca

La biblioteca Séneca fue una biblioteca pública, en régimen de autogestión y al aire libre nacida en Córdoba en 1922, que según datos de la época llegó a contar con 2.000 volúmenes, además de una sección infantil que fue la primera que hubo en esta ciudad. La biblioteca, que alcanzó los 20.000 lectores y tuvo vida hasta la década de los 60, seguía la estela de otras iniciativas similares como las colecciones que se ofrecían a los ciudadanos en el sevillano Parque de María Luisa.

La biblioteca dedicada al filósofo cordobés se instaló en una caseta hexagonal que existía en los jardines desde 1882, que ya desapareció, quedando apenas los característicos bancos de azulejos que hoy se quieren recuperar como testigos de aquella iniciativa de cultura popular.  

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