La sequía paraliza la venta de fincas en Córdoba y las herencias baten récord

El sector primario afronta en los últimos años una tormenta perfecta, en términos metafóricos, que afecta a su mercado laboral y a las producciones, y que también coincide con cambios de políticas y normativas. Los profesionales consultados destacan la sequía como principal problema de la actividad y apuntan, además de lo ya referido, al impacto que la falta de agua tiene en la venta de fincas, paralizando las operaciones. La información del Instituto Nacional de Estadística confirma esta situación e indica que el año pasado se realizaron 2.585 ventas, el número más bajo de la última década, a excepción de 2020.

En el último año, las compraventas se han reducido un 7%. Además, si se compara la situación con lo ocurido en 2017, cuando se registraron 3.165 transacciones, el dato más alto desde la última crisis económica, las operaciones han bajado un 18% (se han registrado 580 transmisiones menos en términos absolutos).

Por el contrario, las herencias de fincas rústicas batieron récord el año pasado al llegar a 3.456, la cifra más elevada desde el inicio de la serie estadística en 2007. De hecho, llama la atención que el número de fincas rústicas transmitidas en 2023 se encontró en la línea de años anteriores, con 7.509, pero en la mitad de los casos (el 46%) cambiaron de dueño mediante sucesiones. Las compraventas representaron una tercera parte de las transmisiones de propiedad de fincas en 2023.

Los precios

La Encuesta anual de Precios de la tierra en Andalucía (difundida por la Consejería de Agricultura el mes de noviembre pasado con datos de 2022) señala que el precio medio de la hectárea en Córdoba es de 18.204 euros y ha bajado de forma leve, un 0,2%, respecto a 2021. Además, indica que el suelo para cultivar naranjos continúa siendo el mejor valorado en la provincia, con una media de 44.919 euros por hectárea, y también sobresale el destinado a olivar para transformación en riego, con 36.997 euros. Junto a estos, la consejería destaca que «alcanzan una buena valoración» las tierras de labor en regadío, con 30.623 euros, y los viñedos para transformación en secano, que se encuentran a 30.254 euros.

Los profesionales consultados subrayan que los precios de las fincas pueden alejarse mucho de estas medias, en función de características como la ubicación, el clima y la calidad.

De esta forma, Luis López-Crespo, director del área de fincas rústicas de Tecnitasa, explica que «cuando valoramos, tenemos muy en cuenta la calidad, que puede variar mucho dentro de una zona, que tenga agua, que no tenga mucha pendiente, que cuente con buenos accesos o que la finca esté vallada».

Este experto afirma que «con la sequía, se ha parado un poco la actividad, pero los precios siguen altos. Sobre todo, las fincas que se puede plantar tanto en secano como en riego, y que se pueden plantar para olivar en espaldera (que para eso pueden tener una pendiente máxima de un 10%). Este es el cultivo más rentable», remarca, para añadir los cultivos hortícolas por encargo. Junto a la demanda de fincas de más de 50 hectáreas con las mencionadas características y para olivar en espaldera, subraya la búsqueda de dehesas para los cerdos ibéricos.

En las fincas de olivar en riego se están pidiendo alrededor de 55.000 euros por hectárea, mientras que en espaldera, «como mínimo, te piden 60.000 euros», detalla Luis López-Crespo. En cuanto a las dehesas, explica que las de calidad, ubicadas, por ejemplo, en Cardeña, Villanueva de Córdoba y Pozoblanco, «valen muy caras, han llegado a pagar 9.000 o 10.000 euros».

«La tierra vale según su rentabilidad», comenta el director de fincas rústicas de Tecnitasa. Así, confirma que el suelo de naranjo de riego es el mejor pagado, «pero si son variedades buenas, porque las variedades con mucho cultivo, como salustiana y navelina, valen mucho menos que variedades punteras como la mandarina tango. Las parcelas de naranjos con variedades punteras se pueden pagar a 75.000 euros».

Otros terrenos

Respecto al valor de otros suelos, Luis López-Crespo precisa que aquellos cinegéticos que tienen pendiente y que carecen de una buena arboleda se pagan a 3.000 o 4.500 euros. De otro lado, aquellas fincas de sierra que solo pueden ser utilizadas para la caza no cuestan más de 2.000 o 2.500 euros por hectárea. Acerca de las tierras de recreo, este experto señala que «si tienen una buena casa, se pueden vender bien». Luis López-Crespo recuerda que estas fincas «tuvieron un boom en 2004 y 2005, cuando muchos promotores las compraron», y explica que se mueven entre 2.000 y 4.500 euros.

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