LA LUCHA DEL CNP CONTRA LA DELINCUENCIA

Tras la pista de los robos en viviendas de Córdoba

El grupo de Patrimonio I de la Policía Nacional de Córdoba advierte del auge de las bandas internacionales, sin ubicación fija, y especializadas en el asalto de casas 

No obstante, desde el cuerpo aseguran que Córdoba "es una ciudad segura"

La Policía Nacional, tras los asaltantes de viviendas

Víctor Castro

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

«Si se tienen que llevar a un policía por delante, se lo llevan». Con esa contundencia, el inspector Enrique Martínez, jefe del grupo de Patrimonio I de la Policía Nacional de Córdoba, retrata la realidad a la que se enfrentan día a día. Bandas internacionales, cada vez más especializadas, sin ubicación fija y con un solo objetivo: desvalijar casas en el menor tiempo posible.

Aunque no te lo creas, el ladrón puede llamar a tu puerta. Literalmente. Es más, suele llamar. Es una técnica sencilla y eficaz: timbran en el porterillo y, si nadie contesta, luz verde. A veces llegan, incluso, a entrar para estudiar el objetivo. Al que para un ciudadano de a pie puede ser un técnico o un revisor de algún servicio, en el argot policial se le conoce como santo. Una figura imprescindible para acceder a las viviendas antes de cometer el robo. «A veces ha ocurrido que, tras sonar, la gente ha escuchado a los cinco minutos que le están manipulando la cerradura», advierte el inspector sobre el método anterior.

Calle y carretera

La experiencia es un grado y los agentes del grupo de Patrimonio I, especializado en el robo de viviendas, acumulan horas en la calle y kilómetros a sus espaldas. «Hacemos mucho seguimiento y hemos visto cómo actúan», dice el jefe de la unidad. En algunas ocasiones, llegan a plantarse en otra ciudad: «Si tienes una pequeña pista, tienes que explotarla». Porque puede haber suerte, añade el inspector Martínez, y descubrir una ubicación en donde se reúnan, una vivienda o el contacto de algún perista. Ese seguimiento puede suponer todo un reto, pues, como indica, a este tipo de delincuentes no les importa recorrer 1.000 kilómetros en un día para robar en distintas ciudades.

El inspector Enrique Martínez, jefe del grupo de Patrimonio I de la Policía Nacional de Córdoba.

El inspector Enrique Martínez, jefe del grupo de Patrimonio I de la Policía Nacional de Córdoba. / Víctor Castro

Están en constante movimiento, lo que dificulta su captura. Por no hablar de la sofisticación en sus modus operandi «como profesionales que son del delito». Hay distintos perfiles en el mundo del robo de viviendas, pero la Policía Nacional observa un incremento de la delincuencia internacional. Enrique Martínez, que supera los 35 años de trayectoria policial y suma 10 años encabezando la lucha contra este tipo de delincuencia en Córdoba, precisa que, normalmente, los responsables suelen ser, cada vez más, personas de origen extranjero que forman parte de grupos criminales.

Por supuesto, también existe el perfil del ladrón patrio, pero el inspector, que vivió la época del sirlero que con una navaja intentaba sacar los cuartos al primero con el que se cruzaba por la calle, es testigo, ahora, de cómo las bandas internacionales organizadas desplazan y dejan, en un segundo plano, a la delincuencia nacional. Al menos, en este terreno que tanto conoce.

Consejos de autoprotección contra los robos.

Consejos de autoprotección contra los robos. / CÓRDOBA

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Un momento, un detalle

Con ellos, los ladrones llevan potentes vehículos que les otorgan una considerable ventaja en la huida. Pero, para que se produzca una huida, primero los agentes tienen que dar con ellos. No es fácil. Estos delincuentes suelen conocer los tiempos de respuesta de la Policía Nacional y, como explica el inspector, para frustrar un robo en el momento exacto tienen que conjugarse varias circunstancias: «Que estemos cerca de la zona y que alguien dé aviso de lo que ha ocurrido». 

«En mis primeros años de policía se esclarecían muchos robos por las huellas dactilares», recuerda Martínez. Quizás fueran tiempos mejores. Hoy en día, como lamenta, por los vestigios que puedan hallar en la escena del robo hay «muy pocas posibilidades» de atraparlos. Apenas dejan. Ni siquiera las imágenes ayudan en ocasiones. Porque, aunque sean grabados, van cubiertos. Pese a ello, el jefe del grupo de robos insiste en que cualquier detalle es importante. En uno de sus últimos casos resueltos, la imagen captada por una cámara de vigilancia en la que se veía parcialmente una matrícula permitió detener, más tarde, a tres asaltantes. Su equipo consiguió descifrar el resto de la numeración. A la semana siguiente de que cometieran un delito, volvieron a Córdoba y ese número de matrícula, en conocimiento de la Policía, truncó sus planes. 

Para impedir ser identificados, los asaltantes de viviendas van sumando barreras que dificultan el trabajo policial. Además de ir tapados y emplear, cada vez más, métodos silenciosos y limpios de entrada, suelen desplazarse en vehículos robados o apropiados, así como hacer uso de matrículas falsas.

El asalto

Basta con un corto paseo por una zona concreta de la ciudad para que los ladrones fijen sus objetivos. El jefe de Patrimonio I de la Policía Nacional de Córdoba hace hincapié en que estos criminales, por norma general, no vigilan. Pero estudian. Realizan un estudio previo de zonas muy concretas. ¿Qué buscan? Casas vacías.

¿Qué harías si vieras caer una brizna de plástico o un fino hilo de lana al abrir la puerta? Probablemente, para una mayoría de la población, pasaría por alto. Lo que desconocen es que puede ser una marca puesta a propósito, con el objetivo de identificar esa vivienda para robarla. «Si han marcado, van a volver», advierte el inspector Martínez. Un hilito de pegamento, un papel o vaselina en la mirilla también debería llamar la atención de los moradores.

Es el primer paso. Después, la entrada a la vivienda pueden realizarla de distintas formas, con un simple plástico, golpeando una llave especial hasta hacer saltar los pines de las cerraduras -un método que se conoce como bumping- u obteniendo una copia de la llave aunque no tengan acceso a ella -técnica conocida como impresioning-. Acceder a esos conocimientos es hoy en día más posible que nunca. En internet circulan no pocos vídeo-tutoriales que detallan todos estos métodos.

Un agente de la Policía Nacional en Córdoba.

Un agente de la Policía Nacional en Córdoba. / Víctor Castro

Una vez dentro, «es increíble lo que llegan a registrar en 10 minutos, ni te lo imaginas», señala Enrique Martínez, que continúa explicando que estos grupos, compuestos habitualmente por tres o cuatro personas, «se organizan de manera muy rápida» para desvalijar los efectos de valor en el menor tiempo posible, teniendo siempre en cuenta también los tiempos de respuesta de la Policía.

«Buscan casi siempre una casa vacía» porque «trabajan con más seguridad, no los van a ver ni describir sus características y no tienen que enfrentarse a nadie». Si bien es cierto que «a veces, inesperadamente, se han encontrado con el morador», cuenta el inspector. Ante una situación así, el policía recomienda ponerle fácil la huida porque nunca se sabe la «calaña» de esa persona

En «casos residuales», los asaltantes entran a sabiendas de que el residente se encuentra dentro. Es un perfil que tienen un objetivo muy concreto y quiere conseguirlo en el menor tiempo posible, como puede ser el último asalto a un conocido empresario de la ciudad en El Brillante.

La primera consigna

El robo puede ser un trauma. De alguna forma, las víctimas pueden llegar a sentirse violadas, vulneradas, desprotegidas en sus hogares. En la Policía Nacional son conscientes de ello y, por eso, el primer objetivo de los agentes del grupo especializado en estos delitos es prevenir. «El grupo mío lo primero que busca es que el hecho no se cometa. Si lo podemos evitar, es la primera consigna», aclara el jefe de la unidad.

Por la dificultad que entrañan estos sucesos, el inspector destaca que la colaboración ciudadana resulta imprescindible. «La unidad de Participación Ciudadana periódicamente se reúne con vecinos de distintas comunidades para darles consejos de seguridad». Recomendaciones, muchas de ellas básicas, que pueden evitar que una vivienda sea asaltada.

Comisaría de la Policía Nacional en Córdoba.

Comisaría de la Policía Nacional en Córdoba. / Víctor Castro

Ponérselo difícil a los cacos

La autoprotección, para el Cuerpo Nacional de Policía, se divide entres niveles: de puertas para adentro, en el vecindario y en las redes sociales. Las apariencias, engañan. Y, precisamente, el ciudadano tiene que usar eso a su favor. Aparentar que hay vida en la casa resulta esencial. A veces, apunta Enrique Martínez, un simple buzón lleno de correspondencia puede hacer creer a los ladrones que la vivienda se encuentra deshabitada en esos momentos. 

Por eso, además de echar la llave y asegurarse de que todas las entradas estén cerradas, resulta conveniente retirar las cartas o la propaganda del buzón, o pedírselo a un vecino, así como programar encendido de luces en casa de estar fuera durante un tiempo más largo. Actualmente, la asequibilidad de tecnologías como cámaras de vigilancia llevan a los agentes a recomendarlas. Si se cuenta con alarma, hay que activarla. Y, al margen, la Policía aconseja desconfiar de revisores o técnicos que llegan sin una cita previa, así como no tener posesiones de valor en el hogar o, en su defecto, guardarlas a buen recaudo en lugares seguros.

Para la Policía Nacional resulta imprescindible fomentar el sentimiento de comunidad entre los vecinos. Ese es uno de los ejes del segundo nivel de autoprotección. ¿Cómo? Con acciones tan simples como crear un grupo de WhatsApp para comunicar las inquietudes y estar al tanto de cualquier signo de alerta, como puede ser observar a tres o cuatro desconocidos merodeando o algún vehículo extraño. Normalmente, como explica el inspector, uno suele conocer a sus vecinos e, incluso, sus hábitos. Cualquier detalle fuera de lo común puede ser un indicio.

Hoy en día, los ladrones aprovechan cualquier oportunidad para obtener información de posibles víctimas. Las redes sociales, en este caso, pueden ponerles en bandeja un robo. En este sentido, el Cuerpo Nacional de Policía considera imprescindible no divulgar información sobre vacaciones, antes o durante las mismas. Eso no quiere decir que sea una mala idea compartir publicaciones, sino que lo más recomendable es hacerlo a un círculo cercano. En relación a este último aspecto, tampoco conviene dejar mensajes en el contestador informando de nuestra ausencia.

Ciudad tranquila

Como informó Diario CÓRDOBA recientemente, la Policía Nacional mantiene abiertas dos investigaciones por asaltos en chalets de la zona norte. En el último caso, un conocido empresario resultó agredido. En la misma zona, en junio de 2022, se produjo otro asalto violento. Pese a ello, el inspector Martínez tiene claro que Córdoba «es una ciudad segura». «Los cordobeses pueden estar tranquilos, Córdoba es una ciudad tranquila», insiste. Y recuerda que hechos como el último ocurrido «son muy puntuales».

Detalle de varios documentos con consejos para la ciudadanía contra los robos.

Detalle de varios documentos con consejos para la ciudadanía contra los robos. / Víctor Castro

El robo de viviendas sigue un patrón cíclico. De febrero a junio se mantienen en un nivel estable, aumentan en verano, vuelven a disminuir a partir de septiembre y ascienden, de nuevo, en la época navideña. Los picos coinciden, como explica el jefe del grupo especializado en robos de viviendas, con los periodos vacacionales y las fiestas señaladas.

Fechas como la Semana Santa están a la vuelta de la esquina. De cara a esas festividades y esos periodos que los cordobeses suelen salir más de casa e, incluso, pasar días en otros lugares, la Policía Nacional refuerza los dispositivos de vigilancia para evitar que se produzcan, en la medida de lo posibles, asaltos en viviendas.

Cuando suceden varios hechos preocupantes en algún punto concreto de la ciudad también proceden, precisa el inspector, a activar dispositivos específicos, reforzados con el fin de hacer frente a esa situación. Por eso, respecto al caso de El Brillante, el cuerpo confirma que habrá dispositivos extraordinarios.

Antes de concluir su análisis sobre los robos de viviendas en Córdoba, el agente que lidera la lucha contra esta delincuencia reitera que la primera protección siempre está en manos de uno mismo. Por eso, anima a los cordobeses a seguir los consejos policiales. Sin demora, vuelve tras la pista de los ladrones.