Hallan los restos de 14 represaliados en la fosa del cementerio de La Salud

Los restos mortales de 14 represaliados de la guerra y la dictadura franquista han sido hallados en la fosa del cementerio de Nuestra Señora de La Salud. Son algunos de los más de un centenar de cuerpos exhumados de momento por Themis Córdoba, la empresa encargada de las exhumaciones que se están llevando a cabo en los cementerios de la ciudad desde el mes de octubre y que aún no han concluido. Este es el balance que ha dado a conocer el director-coordinador de los trabajos de La Salud, Daniel Quiroga, a los familiares de las víctimas que se encuentran enterradas en ese lugar, que este miércoles han visitado las fosas para conocer los trabajos de excavación y análisis que se están realizando.

Hallan cuatro víctimas de bombardeos de la guerra en la fosa que se exhuma en La Salud

Quiroga ha recordado que las fosas de La Salud tienen varias cronologías y que no todos los cuerpos exhumados son represaliados. Así, ha informado que de los más de 100 restos óseos hallados por ahora en el cuadro de Virgen de los Dolores, a falta de los últimos informes, unos 12 o 14 son víctimas o represaliados de la guerra civil y la dictadura. En concreto, cuatro son víctimas del bombardeo republicano que tuvo lugar en la ciudad en 1938 (dos mujeres, una de ellas embarazada, y dos niños) de las que ya informó Diario CÓRDOBA; unos seis o siete que tienen «heridas perimortem», lo que indica que fueron ejecutados y están valorando un posible caso de fusilamiento. 

Según ha precisado el coordinador de la exhumación, los cuerpos han aparecido a una cota de 3,2 metros, que quitando el muro estarían a unos 2,6 metros de la base. Los trabajos actualmente están centrados en el cuadro de Virgen de los Dolores que, junto al cuadro de Santa Bárbara y San Plácido, «se utilizaba como fosa de caridad y se emplearon también para los represaliados», ha detallado Quiroga.

Trabajos centrados en la búsqueda de restos

Queda un largo camino hasta conocer a quien pertenecen los huesos encontrados, pues el proceso es largo y ahora mismo todavía se está exhumando. Según Quiroga, «el tamaño de la muestra actualmente es muy pequeño, no se han tomado todavía muestras de ADN para contrastar con los familiares». En ese sentido, el responsable de los trabajos aclaró que "todavía no están cerradas las tomas de muestras" de ADN a familiares, por lo que «ahora mismo ni se plantea la identificación» de los cuerpos. La hipótesis que manejan es que los restos pertenezcan a los últimos represaliados, de febrero o marzo de 1937.

No obstante, sobre el terreno van estudiando los restos extraídos para contrastarlos con los datos almacenados en bases de datos. Ahora mismo, no tienen indicios de a quién podrían pertenecer. Quiroga recordó que «la base de todo esto es la ocultación» y que de las 1000 personas que hay enterradas en las fosas que se están excavando, solo unas 100 personas están inscritas como represaliadas.

Importancia de la memoria oral

Los miembros de Dejadnos Llorar pudieron han podido conocer hoy el proceso que se sigue con los retos óseos. El coordinador de antropología, Erik Borja, explicó que en el laboratorio «se trata de establecer el perfil biológico del individuo» de cara a una identificación de los restos, «estimando el sexo, la estatura, la edad». Los profesionales que trabajan sobre el terreno han destacado la importancia de la memoria oral. Detalles como «que una persona fumaba en pipa, montaba en bicicleta o que fuera costurera son pistas que ayudan muchísimo», han precisado.

Borja ha explicado que todos los datos que puedan recabar se cotejan con los individuos registrados con los que puedan coincidir, si el resultado es negativo se coteja con todos el registro completo de Córdoba y si vuelve a salir negativo con el de toda Andalucía. De los análisis de los restos de todas las fosas andaluzas se encarga la Universidad de Granada. 

«Es complicado, pero estamos en ello», ha matizado Daniel Quiroga, quien asegura que se trata de un proceso de «cerrar heridas, cerrar algo que lleva sangrando 85 años» y no de abrirlas.

Además de estos trabajos de exhumación se están llevando a cabo labores similares en el cementerio de San Rafael, donde otro equipo multidisciplinar trabaja para que siga hablando la tierra.