OCIO Y TURISMO

El mercado íbero-romano afronta su última jornada en un recinto en el que "no cabe ni un alfiler"

Los cordobeses se vuelcan un día más en el evento, cuya organización asegura que “se han superado las expectativas"

Los cordobeses han vuelto a responder con creces al mercado temático que se instala por estas fechas al otro lado del río, una apreciación que no solo tiene ver con la respuesta del público, que ha abarrotado el recinto desde su inicio, el pasado viernes. Un año más, los comerciantes que han dado vida al mercado íbero-romano ubicado junto a la Torre de la Calahorra han asegurado sentirse «muy satisfechos» del resultado obtenido estos días en Córdoba, una ciudad que colocan entre las que mejor reaccionan ante este tipo de eventos dentro de su recorrido anual por la geografía española, que, precisamente comienza en Córdoba.

Un grupo de amigos dan buena cuenta de los productos del mercado.

Un grupo de amigos dan buena cuenta de los productos del mercado. / MANUEL MURILLO

“Las expectativas eran muy buenas después de la afluencia de visitantes del pasado año y se han superado”, ha reconocido Miguel Ángel Carrasco, coordinador de este mercado temático, que organiza la empresa La Fragua de Vulcano, que ha explicado que una de las claves del éxito es “la ilusión extra con la que llegan los comerciantes, ya que es el inicio de la temporada”. Carrasco también valora como otro motivo del éxito de esta edición la nueva distribución de puestos y la ampliación del recinto dedicado al evento, “que espero que se consolide para próximas ediciones”, ha indicado Carrasco.

Varios niños participan de un taller de barro.

Varios niños participan de un taller de barro. / MANUEL MURILLO

Los talleres, muy demandados

Una de las actividades que más ha acaparado la atención de los visitantes han sido los talleres artesanos que muestran cómo se trabajaban antiguos oficios relacionados con el hierro o el barro, aunque según Carrasco, el éxito también tiene mucho que ver con “la recreación concreta que se hace en Córdoba a través de un atrezzo especial, personajes de la época que se mezclan entre la gente, los distintos espectáculos que se han venido desarrollando desde el viernes, que han atraído a muchas personas, y la enorme oferta gastronómica de la que puede disfrutar el público”.

Por otro lado, Carrasco también valora especialmente que esta cita ofrece la posibilidad de encontrar productos que no están a nuestro alcance todos los días y los ciudadanos pueden acercarse a procesos como, por ejemplo, la elaboración de lana.

Ambiente en el mercado íbero romano de Córdoba, en el entorno de la Calahorra y Miraflores.

Ambiente en el mercado íbero romano de Córdoba, en el entorno de la Calahorra y Miraflores. / Manuel Murillo

La aglomeración ha sido la tónica también este domingo, en el que las calles que acogen los diversos puestos se han visto de nuevo desbordadas por miles de ciudadanos en busca de algo en particular o simplemente por el hecho de introducirse en épocas pasadas echando un poco de imaginación. "Aquí no cabe ni un alfiler", se escuchaba frecuentemente durante el recorrido.

Este ha sido el caso de los jóvenes Carlos y Rosa, que solo pretendían dar un paseo. “Es algo que te saca de la normalidad, una actividad diferente de la que disfrutar, aunque hay demasiada gente”, señalaba la pareja, que pese a sus intenciones de “solo ver” se vio tentada a comprar algo. “Es que me encanta cómo huelen estos jabones y luego no sé dónde encontrarlos”, se justificaba Rosa.

Otros, como Carmen y Luis, tenían muy claro dónde dirigirse. “Hemos venido a comprar un queso que probamos ayer y nos encantó y queremos regalarle a nuestros hijos, que son muy queseros”, explicaron mientras esperaban su turno ante el puesto.

Pasacalles en el Puente Romano de Córdoba en el marco del mercado íbero romano de Córdoba.

Pasacalles en el Puente Romano de Córdoba en el marco del mercado íbero romano de Córdoba. / Manuel Murillo

El disfrute de los más pequeños

Los más pequeños también han recibido su plus de fiesta este fin de semana, no solo por las atracciones de las que han dispuesto estos días, sino por la cantidad de actividades de las que han podido participar.  “Nosotros hemos venido a distintos talleres con nuestros hijos, ha sido un fin de semana diferente y muy divertido”, decían encantados los padres de Lucía y Antonio, a los que era muy difícil apartar de las sillas colgantes del tiovivo de madera.

Pero si hay algo por lo que los ciudadanos han acudido en masa a este mercado temático es la oferta gastronómica, pese a que sentarse a comer en mesa y silla ha resultado verdaderamente difícil, por lo que ha sido muy habitual ver a la gente andando con un bocadillo, empanada o pizza en una mano y la cerveza en la otra. El año que viene, más