Local adaptado en Córdoba: "Es un sitio ideal como primera vivienda"

Antonio García y Pilar Serrano llevaban tiempo buscando un piso de alquiler en Córdoba sin éxito cuando encontraron el anuncio de Injupisa. «Llevábamos tiempo y queríamos irnos a vivir juntos, pero los precios que había en el mercado se nos salían de presupuesto», explica Antonio, que trabaja como camarero en el Bar Lobo, en el barrio Guadalquivir. Cuando fueron a ver los apartamentos, les pareció que todo encajaba. «Nos parece que es una opción ideal para poder emanciparte, como primera vivienda está genial», asegura.

Su apartamento, de 60 metros cuadrados, tiene una habitación, «pero para nada es agobiante o claustrofóbico, al contrario, tenemos cinco ventanas y tiene mucha luz». En cuanto a la dotación de la vivienda, «tiene de todo, un amplio armario empotrado, un sofá cama de calidad, una placa ducha muy grande, y en la cocina, mesa auxiliar, frigorífico, lava secadora y lavavajillas nuevos, además de televisión en el cuarto y en el salón y si hay una incidencia, avisas y al día siguiente están aquí para reparar lo que sea». Todos los inmuebles tienen aire acondicionado y bomba de calor para el invierno. «El ambiente con los vecinos es muy tranquilo, no se oye un ruido, y todo somos parejas jóvenes, así que hay buen rollo», asevera.

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El barrio les parece muy cómodo. «Hay supermercados cerca, autobuses, bares y todo lo necesario». Una de las principales ventajas de estos pisos, que por localización es perfecto para Antonio, por su trabajo, y para Pilar, que es vecina de la zona, es el precio. «Nosotros pagamos 425 euros, con una fianza de un mes que va la Junta de Andalucía, lo cual está a mucha distancia de lo que se ve en los alquileres normales, donde te piden mucho más por pisos que están que se caen». En el Guadalquivir, Injupisa aplica una rebaja que hace que el coste sea más económico, así que hay lofts por 395 euros y uno más grande, con dos habitaciones, por 475 euros. El precio incluye la comunidad, así que «nosotros pagamos el alquiler, la luz y el agua».

Todo nuevo a estrenar

La pareja entró a vivir en julio del año pasado, nada más acabar la adecuación de los locales. «Todo lo que había era a estrenar, nos pasamos un mes quitando plastiquitos porque todo era nuevo», bromea. El contrato es de arrendamiento de larga duración y se va renovando cada seis meses. Según las normas establecidas, no se permite tener animales en el inmueble ni fumar. «Si en la entrega de llaves, los techos están amarillos porque has fumado, el inquilino tiene que pintar», explica Antonio, «es lógico porque te lo dan todo nuevo y tú lo tienes que devolver como lo encontraste para que entren los siguientes».

Pilar está embarazada y pronto tendrán un bebé en casa. «De momento, no hay problemas, nos vamos a apañar aquí con la cuna en nuestro dormitorio, que es amplio, pero hemos hablado con Injupisa por si se queda más adelante alguno libre más grande y podemos cambiarnos»

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