2.665 solicitantes aguardan a ser valorados

La lista de espera de dependencia se recorta en 1.910 personas en un año en Córdoba

Hay casi 3.000 cordobeses con prestación reconocida que aún no la disfrutan

Foto de archivo de una residencia de mayores durante la pandemia. | A.J. GONZÁLEZ

Foto de archivo de una residencia de mayores durante la pandemia. | A.J. GONZÁLEZ / ARACELI R. ARJONA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Casi 2.000 personas menos esperando que les valoren para saber si son dependientes o no que hace un año. La Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía actualizó este martes los datos relativos provinciales sobre solicitudes, valoraciones y prestaciones asignadas hasta diciembre de 2023, que se cerró con 1.910 cordobeses menos en lista de espera para valoración que el año anterior, ya sea porque se han incorporado al sistema o porque han fallecido a la espera de la valoración. Hay que tener en cuenta que un número importante de los solicitantes de estas ayudas, el 53% en el caso de Córdoba, son mayores de 80 años.

Según la información publicada, en diciembre de 2023 había registradas 45.858 solicitudes de las que se han valorado 43.193, por lo que hay 2.665 personas a la espera de que se les informe de si tienen derecho o no a una prestación. En diciembre del año anterior, había 4.575 cordobeses en esta situación. Del total de solicitudes revisadas, 34.361 han tenido dictamen positivo, mientras que a 8.245 personas no se les reconoció ningún grado de dependencia. La gran mayoría de los valorados han resultado ser grandes dependientes (10.299) y dependientes severos (14.826), frente a 9.240 que son dependientes moderados.

De las 34.361 personas con derecho reconocido a una prestación, 31.371 ya la estaban disfrutando en diciembre de 2023, por lo que hay 2.990 que siguen a la espera de que se les asigne, 959 grandes dependientes, 975 dependientes severos y 1.063 dependientes moderados.

Al cierre del año, había 47.666 prestaciones asignadas en la provincia, ya que si bien hay 31.371 beneficiarios de la ley de dependencia en la provincia, hay personas que tienen asignadas más de una si son compatibles. La prestación más habitual, con 18.733 beneficiarios, es la ayuda a domicilio, seguida por la teleasistencia con 15.801. A gran distancia, se encuentra la prestación económica en el entorno familiar, que reciben 7.316 familias. Por último, hay 3.841 plazas de residencia ocupadas y 1.477 de centros de día y de noche y 432 prestaciones económicas vinculadas al servicio. El número de prestaciones ha aumentado respecto a diciembre de 2022, cuando había 43.997. La proporción de las distintas ayudas disponibles se mantiene en términos similares.

Según Blas García, presidente de la Fundación Prode, una de las organizaciones que trabajan en el ámbito de la discapacidad y de la atención a los mayores dependientes en la provincia, desde hace dos años, la ocupación de las plazas concertadas de residencia supera el 90%, ya que la Junta ha agilizado la reposición de las que se van quedando libres. El número de plazas concertadas también está aumentando poco a poco.

En 2023, Prode sumó 20 nuevas plazas concertadas de centro de día de mayores, en Dos Torres y en Hinojosa del Duque, y sumó dos plazas nuevas para personas gravemente afectadas en una de sus residencias. Lo que demanda esta entidad a la Junta es que incorpore más plazas concertadas para personas con discapacidad grave y continuada de trastorno de conducta, personas psicodeficientes, ya que «existe una gran demanda de familias que no pueden asumir el elevado coste que tiene este servicio, ya que la atención exige una ratio de 1,35 trabajadores por cada usuario». Asimismo, apunta que otra circunstancia que considera injusta que afecta a las personas con discapacidad intelectual con grado 1, que "al no entrar en la ley de dependencia actualmente no tienen derecho a tener plaza concertada de centro de día ocupacional". Esto supone que una persona en esas circunstancias "llega a los 21 años, sale del sistema educativo y no tiene dónde integrarse". En su opinión, "en ese aspecto estamos peor que hace 30 años".

García destaca además la importancia de poner en valor los centros de día, «que son el dispositivo más adecuado para garantizar la conciliación familiar y la estimulación del usuario, que a diferencia de si recibe la ayuda a domicilio en casa, puede socializar con otras personas y realizar todo tipo de actividades en otro entorno, mientras los familiares trabajan».

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