SALUD

Testimonios de afectados por covid persistente: "Queremos una cura para recuperar nuestra vida"

La asociación Long Covid ACTS demanda más investigación y que se reconozcan las secuelas del coronavirus de larga duración como enfermedad incapacitante

La representante de la asociación Long Covid ACTS en Andalucía, Mar Rasero, reunida con representantes del Congreso de los Diputados.

La representante de la asociación Long Covid ACTS en Andalucía, Mar Rasero, reunida con representantes del Congreso de los Diputados. / CÓRDOBA

M.J. Raya

M.J. Raya

La representante en Andalucía de la asociación de pacientes Long Covid ACTS, Mar Racero, denuncia que las personas «a las que el covid les arrebató su vida anterior, su trabajo y su salud, son una cifra superior a la que estiman las autoridades sanitarias». «En mi caso, me despidieron de forma improcedente, gané el juicio, pero no estoy en condiciones de volver a mi puesto de trabajo», lamenta. «Aunque hay más conocimiento por parte de los médicos acerca de la enfermedad, los afectados por covid persistente, sobre todo de las primeras olas, seguimos en una especie de limbo. Nos han cerrado en los hospitales las consultas de covid persistente y hemos vuelto a tener que peregrinar de un especialista a otro, sin que exista una coordinación entre los doctores sobre nuestro estado clínico. Las personas que estamos enfermas lo que queremos es una cura para recuperar nuestra vida», demanda. 

«A los que tengan fuerza para poder volver a trabajar que les readapten sus puestos de trabajo y que no los despidan por no rendir», sostiene Racero. «Queremos reunirnos con la Consejería de Salud y seguiremos pidiendo que se investigue más la enfermedad, a la vez que se reconozca el covid persistente como una enfermedad incapacitante, como así planteamos también en el Congreso de los Diputados», añade.  

Toñi Ruiz, paciente con covid persistente.

Toñi Ruiz, paciente con covid persistente. / CÓRDOBA

Las secuelas en una paciente cordobesa

Toñi Ruiz, vecina de Puente Genil de 58 años, se contagió en la segunda ola de la pandemia en la residencia de mayores en la que trabajaba. Ruiz resalta que, a día de hoy aún, «cuando mejoro de un síntoma, empeoro de otro y hay otras veces que estoy peor de todas las secuelas durante bastante tiempo. Desde que sufrí el covid presento secuelas de comprensión y memoria y tengo mi organismo debilitado y cualquier infección me afecta muchísimo, como una gripe A que cogí en el hospital».  

«Mi trabajo me gustaba y ahora lo que tengo es una incapacidad total, pero la prestación económica que percibo es mucho menos dinero que antes, de forma que de un día para otro el covid te rompe la vida, porque te quedas sin salud física, con el ánimo por los suelos, porque además tu economía se resiente y tienes que seguir sacando adelante a tus hijos», relata. 

«A pesar de que me contagié en el trabajo no me reconocen que mi incapacidad sea por enfermedad profesional. Actualmente sigo acudiendo a Medicina Interna; a Hematología (por los trombos) y me acaban de derivar a Neumología, pues me dieron el alta sin más a pesar de que me detectaron al principio trombos pulmonares, además de llevar esperando año y medio que en Digestivo solucionen la inflamación tan grande que tengo. Debería haber más coordinación entre los especialistas que nos asisten», reivindica esta pontana.

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