cultura
Un escultor cordobés diseña el trofeo de un torneo de polo único en el mundo
Marco Augusto Dueñas ha sido el encargado de obrar la pieza donde se mezclan elementos de la cultura de Córdoba y de Arabia Saudita
El equipo ganador posa con el trofeo. / CÓRDOBA
El escultor cordobés Marco Augusto Dueñas ha sido el encargado de diseñar el trofeo de la victoria del The Richard Mille Al-Ula Desert Polo, un evento deportivo que tiene lugar en Arabia Saudí y que es único en el mundo, pues es la única prueba de polo que se desarrolla en el desierto. La pieza, titulada Crisol de culturas, está inspirada en la cultura de Arabia Saudita y representa a la localidad de Al-Ula, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 2023. Además, también tiene inspiración cordobesa y en su joyería.
El príncipe Badr bin Abdullah bin Mohammed bin Farhan Al Saud es quien decidió que el diseño y la obra del escultor cordobés fuera la elegida, siendo trofeo en la segunda edición (2022) y nuevamente en 2024.
El Desert Polo ha celebrado su tercera edición del 17 al 20 de enero y ha reunido a los mejores jugadores de este deporte de todo el mundo. El equipo de Adolfo Cambiaso, Sayyu Dantata y Melissa Ganzi se quedó con el trofeo disputado en el desierto de AlUla.
Detalle de la pieza. / CÓRDOBA
El trofeo
El trofeo, en plata y con una altura de 70 centímetros más la peana, representa la cultura cordobesa que viene "de lo árabe y lo mudéjar", donde Marco Augusto Dueñas integra elementos de Arabia Saudí como símbolos, letras, lugares arqueológicos y edificios funerarios.
La obra se diseñó en su taller de Italia y se realizó en Lucena, en el taller de la empresa orfebre Juan Angulo. El escultor estuvo durante diez días realizando modelos en barro para concretar volúmenes y composiciones de diseños arqueológicos y desérticos.
El autor
Dueñas es el único español vivo que tiene tres obras en el Vaticano: sendas estatuas de santa Rafaela María del Sagrado Corazón de Jesús, fundadora de la Congregación de las Esclavas (2010) y San Marón, fundador de la Iglesia Maronita Libanesa (2011), y un relieve de Juan Pablo II (2020). El escultor afirma estar "muy agradecido por que en esta tercera edición el trofeo del torneo sea nuevamente mi obra, herencia de la joyería de mi ciudad".
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