Bicentenario de la Policía Nacional

200 años de un espíritu inquebrantable al servicio de la ciudadanía

El Cuerpo Nacional de Policía cumple este sábado dos siglos de historia, con una marcada evolución que lo ha adaptado a los tiempos actuales

Los veteranos observan con nostalgia el camino recorrido y son el mejor ejemplo de que los valores permanecen

Serafín Herrera Balmont, Rafael Ruiz Laguna y Antonio Valdivia, policías jubilados al frente de la Asociación Arcángel Azul de Veteranos y Amigos de la Policía Nacional.

Serafín Herrera Balmont, Rafael Ruiz Laguna y Antonio Valdivia, policías jubilados al frente de la Asociación Arcángel Azul de Veteranos y Amigos de la Policía Nacional. / Manuel Murillo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

En los años del plomo, con los atentados de ETA en pleno auge, no era extraño "ver llorar a tíos como carrozas". Resultaba "doloroso" y, quizás por eso, forjaron unos vínculos que hoy permite a aquellos hombres asegurar: "Éramos una familia". Esa familia, bajo el nombre definitivo de Cuerpo Nacional de Policía, cumple este sábado, 13 de enero, 200 años al servicio de la ciudadanía en España.

Reunidos cerca de la Comisaría Provincial de Córdoba, mientras varios operarios tratan de colocar una lona conmemorativa que este sábado lucirá en la fachada, Antonio Valdivia, Rafael Ruiz Laguna y Serafín Herrera Balmont, policías jubilados, rememoran con añoranza sus años en el cuerpo, marcados por una considerable evolución. Son, además, presidente, presidente de honor y vicepresidente, respectivamente, de la Asociación Arcángel Azul de Veteranos y Amigos de la Policía Nacional.

"Nosotros hemos vivido épocas muy duras", recuerda Valdivia. Sus compañeros no tardan en coincidir con él. "He vivido, por desgracia, muchos atentados", relata Herrera, sin contar los que lograron evitar en la turbulenta década de los 80. Esa unión de la que hablan se debía a circunstancias como esas. "Tú ibas con otra personas y sabías que esa persona te podía ayudar y tú la podías ayudar", comparte Ruiz. Al terrorismo se sumó la droga. "La gente dice droga, pero no sabe lo que es la heroína", apostilla Valdivia, que, en apenas una frase dibuja el panorama de una época: "Yo estaba en Hospitalet y había días que teníamos ocho atracos a bancos, en una ciudad de 600.000 habitantes".

De trabajar "sin medios" a la modernización

Entre los tres suman casi 70 años de servicio en Córdoba, a los que habría que añadir su trayectoria en otras ubicaciones de Andalucía, Cataluña o el País Vasco. Ellos, además, vivieron una de las épocas más duras para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, en la parte final de sus carreras profesionales, han conocido la Policía Nacional más moderna. Esa que, después de 200 años, ha sabido adaptarse a los tiempos para garantizar la seguridad en el país.

Serafín Herrera, policía cordobés jubilado, junto a compañeros de la Policía Armada.

Serafín Herrera, policía cordobés jubilado, junto a compañeros de la Policía Armada. / Córdoba

Esta Policía es heredera de aquellos que se dejaron las vidas en las calles. "Sin medios", como señala Valdivia, pero con mucha vocación y lealtad. Salíamos a trabajar y éramos una piña", añade orgulloso. Tampoco sabían lo que eran los horarios. "El policía, no la Policía, estaba 24 horas de servicio, estaba disponible a cualquier hora y en cualquier circunstancia", precisa Ruiz. Pese a la dureza, sí constatan que existía un "principio de autoridad" que, en estos tiempos, echan en falta. Por eso, cuando echan la mirada atrás, sienten nostalgia.

Desde que comenzaban a formarse, se creaban relaciones de amistad que perduraban en el tiempo. En parte, porque las dos principales escuelas estaban en Barcelona y en el País Vasco. "Éramos todos de fuera y nos teníamos que juntar unos con otros", apunta el presidente de Arcángel Azul, que continúa contando: "Tus amigos eran policías, te tenías que juntar con los tuyos". Luego, las largas jornadas de trabajo fuera les hacía afianzar esos vínculos. Serafín Herrera explica que, cuando pertenecía a la Unidad de Reserva -conocidos hoy como UIP o antidisturbios-, se tiraba "hasta 200 y pico días fuera de Córdoba, en San Sebastián, en Bilbao, en Pamplona, en Vitoria...".

Uno de los cuerpos "más valorados"

Sin desmerecer a los miembros actuales del Cuerpo, señalan que "la Policía de ahora no tiene nada que ver con la Policía de antes". La burocracia ha aumentado, los méritos personales -apostillan- se han sustituido por las licenciaturas y el día a día resulta diferente. Por eso, para hablar de sus mejores servicios, se remontan varias décadas atrás. Aun así, destacan que la Policía Nacional, junto a la Guardia Civil y al Ejército, se ha adaptado "a todo" porque es un cuerpo "disciplinado, democrático" y, lo más importante, "a disposición del ciudadano y del Gobierno, de todos los signos políticos"

Además, resaltan que es uno de los cuerpos "más valorados" por la ciudadanía. En ese sentido, observaron un cambio importante en la percepción, pues "antiguamente era un problema, actuábamos en la calle y la gente no nos quería" porque "veníamos de la Dictadura". Sin embargo, "la Policía, durante la democracia, se lo ha ganado".

El germen y su evolución

Resumir dos siglos de historia no es tarea sencilla. El germen de lo que hoy se conoce como Policía Nacional nació de la Real Cédula de Creación por la que, el 13 de enero de 1824, Fernando VII creaba la Policía General del Reino. Tras la Guerra Civil, las organizaciones policiales se configuraron bajo un Cuerpo General de Policía, de carácter civil, y la Policía Armada, de carácter militar. Serafín Herrera repasa las fotografías bien conservadas de su paso por el brazo militar. En ellas puede verse al joven que comenzaba una ilusionante carrera policial, uniformado de gris y, más tarde, de marrón.

En 1978, las denominaciones cambian, respectivamente, a las de Cuerpo Superior de Policía y Cuerpo de Policía Nacional. Así permanecerían hasta 1986, cuando aquellos uniformados de la antigua Policía Armada tuvieron que decidir si continuaban su carrera policial o se decantaban por el Ejército. Quienes optaron por la primera opción, pasaron a formar parte de la actual Policía Nacional, cuyo modelo queda establecido en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Un grupo de agentes de la Policía Armada, en formación y cubiertos con la gorra de plato, siguen con atención el acto de bendición del cuartel de Campo Madre de Dios, oficiado por el obispo Fray Albino, en octubre de 1950.

Un grupo de agentes de la Policía Armada, en formación y cubiertos con la gorra de plato, siguen con atención el acto de bendición del cuartel de Campo Madre de Dios, oficiado por el obispo Fray Albino, en octubre de 1950. / Córdoba

Los tiempos han cambiado. "La vida ha evolucionado positivamente. Nosotros a lo mejor hablamos desde un punto de vista nostálgico, pero en el momento que no hay muertos, que tú no tienes que mirar debajo del coche todos los días, que no tienes que cambiar tu ruta... Eso es una tranquilidad tremenda y hay que agradecerlo", dice Rafael Ruiz.

Actualmente, los desafíos del Cuerpo Nacional de Policía pasan por seguir luchando contra el crimen organizado y otro tipo de terrorismo, haciendo frente a retos, cada vez más preocupantes, como la ciberdelincuencia o la trata de personas. Mientras se apoyan en pilares como la especialización, la cooperación, la igualdad y la transformación digital.

El espíritu permanece

En esa evolución, hay algo que no cambia. Un año más, Serafín Herrera organiza una comida nacional entre más de 100 compañeros que compartieron sus días en Barcelona. El compañerismo y el sentimiento de unión no se deteriora entre aquellos que han compartido sus días con un mismo uniforme. Con ese fin, surgió también Arcángel Azul. "Como asociación, lo que hemos buscado es juntarnos todos, que el policía jubilado no esté desconectado de la Policía, que podamos juntarnos, que podamos ayudarnos, que podamos hablar, que podamos ayudar a la Comisaría".

-Un agente de la Policía Armada realiza un ejercicio de destreza sobre la motocicleta durante una demostración en el paseo de la Victoria, en 1944.

-Un agente de la Policía Armada realiza un ejercicio de destreza sobre la motocicleta durante una demostración en el paseo de la Victoria, en 1944. / Archivo

Ese espíritu, que encarna los valores del Cuerpo, se manifiesta en acciones solidarias tanto por el bien de la Policía Nacional de Córdoba como por los ciudadanos. Al principio de la pandemia, explica Valdivia, compraron "4.000 euros de gel y se lo dimos a todos los coches patrulla en Córdoba y Lucena" porque "los policías no tenían mascarillas, ni guantes ni gel hidroalcohólico". Esta última Navidad, como llevan haciendo desde hace años, han llevado a los niños ingresados en Oncología del Hospital Reina Sofía coches de policía de juguete por los que quedaron "encantados".

El fin, como indican, es potenciar la imagen del Cuerpo Nacional de Policía y tender la mano a quien lo necesite. A cambio, si algo reivindican, es que se tenga en consideración a los jubilados. "Es una pena que un policía entregue la placa y se desligue", expresan. Porque los valores, permanecen. Ellos, los veteranos, estarán este sábado con todos los que celebran el 200º aniversario de la Policía Nacional.

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