UNA NOCHE DE MAGIA E ILUSIÓN

Los Reyes Magos conquistan Córdoba con una cabalgata renovada, llena de alegría y color

Melchor, Gaspar y Baltasar reparten dulces, regalitos e ilusión en un cortejo espectacular en el que se notó el brillo que dejan los más de 400.000 euros invertidos en su diseño

La Cabalgata de los Reyes Magos de Córdoba

A.J.González

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La cabalgata de los Reyes Magos, como casi todo en la vida, cada uno la ve según el color de las gafas que se ponga ese día. Este año, Córdoba ha estrenado un nuevo desfile real que ha fascinado a la mayoría de los niños que lo han visto, impresionados después de años contemplando carrozas artesanales poco vistosas. Los niños siempre están dispuestos a dejarse seducir por la emoción, la ilusión y la magia, que no ha faltado en el cortejo, es lo bonito de la niñez, aunque en este día, para conquistar de verdad su corazón, necesitan una buena lluvia de chucherías. "Me gusta mucho porque es más alegre que otros años, tiene música por todas partes y más colores", explicaba una joven al ver el desfile, sin saber que este año ha sido elaborada por una empresa por primera vez.

Todos van a la cabalgata con sus grandes bolsas vacías y su objetivo número uno es volver con la bolsa repleta hasta arriba. De lo contrario, da igual lo bonita o fea que sea la carroza del rey mago, que a ellos les habrá sabido a poco. "Me han tirado un peluche", se ha oído gritar a Judith, acompañada por Joel y Rocío en la avenida de Cádiz, emocionada porque un elfo hubiera atendido su súplica. Si importantes son las golosinas, los juguetes de la cabalgata, aunque sea un estuche para los lápices, suponen el culmen de la alegría, el mayor trofeo.

Melchor, Gaspar y Baltasar salieron esta tarde más o menos a la hora prevista en un desfile que ha elevado el listón de calidad al que estaban acostumbrados los cordobeses, que han alucinado con el pájaro del pasacalles azul francés, las medusas voladoras, los egipcios, los bailarines, los superhéroes hinchables, por más que el Capitán América se desinflara momentáneamente nada más salir de su guarida, o los elfos. En tiempos de sequía, del cielo han llovido miles de bolsas de gusanitos, gominolas, caramelos, chocolatinas, nubecitas, además de pompas de jabón, pulseras y estuches. Cualquiera diría que los Reyes Magos están compinchados con los dentistas. 

Más larga que nunca, pausada y generosa, la cabalgata ha ofrecido un espectáculo vistoso, iluminado, con música de ambiente y con su toque de glamour durante todo su recorrido, en el que ver a los Reyes Magos ha pasado casi a ser anecdótico, ya que muchos no han tenido la paciencia necesaria para esperar hasta poder verlos. Entregados en su afán de complacer al público, Melchor, Gaspar y Baltasar se han deshecho en el reparto, aunque Gaspar, interpretado por la inquietísima Macarena Gómez, ha sido un pelín más intenso, incapaz de parar un segundo en el lanzamiento de todo lo que iba cayendo en sus manos. Quizás por eso se la haya visto después rendida en el coche de caballos, moviendo apenas la mano, mientras sus compañeros aún tenían energía para levantarse a saludar.

Sus Majestades no han sido los únicos entregados a la causa. Carteros, policías, guardia civiles, bomberos han hecho las delicias de los más pequeños con sus bocinas y sus peluches y regalitos, que han dibujado una sonrisa de oreja a oreja a todos los afortunados. Lo malo es que siempre hay quien se lleva la peor parte. Como Blanca, de seis años, que salió de la cabalgata cabizbaja, pese a su alijo de caramelos, porque no se llevó ningún peluche. "Es que no tengo suerte, nunca consigo nada", se iba lamentando por el puente de San Rafael, sin saber que en esa zona está prohibido repartir nada de nada.

El alcalde de Córdoba se comprometió a dar un aire nuevo a la cabalgata y vaya si lo ha hecho, aunque para ello haya tenido que emplear más de 400.000 euros, en el que pasará a ser el desfile real más caro de la historia de la ciudad, cuatro veces más que el del año anterior, que costó 92.900 euros con un incremento del 12% respecto a 2022, y similar al de una ciudad como Málaga, cuya cabalgata, organizada por la misma empresa, Mundo Management, ha costado algo más de 470.000 euros. Desde luego, queda claro lo mucho que cambian las cosas cuando se les echa dinero encima.

Adoración al Niño

Acabada la cabalgata, ha tenido lugar lo que el Ayuntamiento había vendido como la joya de la corona de esta cabalgata, el acto de representación de la Adoración al Niño, que ha empezado con algo de retraso, después de que los Reyes Magos se bajarán de sus carrozas en Ollerías para subirse a los coches de caballos que les han conducido hasta la puerta de la iglesia del Cristo de Gracia.

Allí, en el mismo sitio donde una persona indigente murió en 2019, en la plaza en la que a diario duermen personas sin hogar, se ha instalado un gran escenario donde varios coros de niños han interpretado villancicos varios tras la lectura de los pasajes de la biblia dedicados al nacimiento y adoración de los Reyes, que han hecho entrega de oro, incienso y mirra. Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha recibido a Sus Majestades y les ha entregado las llaves de la ciudad para que puedan hacer su trabajo esta noche. Acabado el acto, muchas familias seguían entrenidas en las cabalgatas organizadas por los comercios de Valdeolleros, Ciudad Jardín o La Viñuela. La noche es joven. A ver quién consigue acostar temprano a los niños. Mucha suerte y que los Reyes sean generosos con todos ustedes.