reportaje

El barrio de Las Palmeras levanta la cabeza

El proyecto de investigación In-Habit lleva cuatro años trabajando en la barriada desarrollando espacios verdes y entornos creativos que sirvan para acercar a los vecinos el valor de la cultura como fuente de salud y de bienestar

Entre otras actuaciones, los bancos de la plaza se han pintado de colores.

Entre otras actuaciones, los bancos de la plaza se han pintado de colores. / A.J. González

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

¿Se puede promover la inclusión social, el bienestar y la salud entre los vecinos de un barrio a través de la transformación urbana, la creación de espacios verdes y el acercamiento a la cultura? El proyecto europeo In-Habit, liderado por la Universidad de Córdoba (UCO), lleva cuatro años investigando si esto es posible en una zona de la ciudad marcada por el aislamiento geográfico, el desempleo, el bajo nivel de renta y el estigma de la marginalidad. Después de años de planes públicos fallidos y de promesas de cambio a menudo incumplidas, este proyecto parece haber insuflado al barrio de Las Palmeras la ilusión que necesitaba para implicar a los vecinos en un proceso de transformación que está dejando huella en su entorno. 

La coordinadora del proyecto, Mar Delgado, destaca que la metodología de In-Habit, que cuenta con un presupuesto para los cinco años de duración de 2 millones, empieza repensando el barrio con los vecinos para que ellos participen en el proceso de codiseño de todas las iniciativas que se lleven a cabo, ya sea pintar los bancos de la plaza, construir un merendero en un espacio que antes era un vertedero, organizar una cruz de mayo y un fiesta de Navidad o decorar con flores los patios. En este sentido, Delgado destaca cómo a lo largo de los cuatro años de trabajo, «no solo se ha visibilizado el empoderamiento de las mujeres de Las Palmeras, mucho más participativas que los hombres, sino la creación o consolidación de vínculos con más de 50 empresas e instituciones que se han implicado en el proyecto, desde Aucorsa a Sadeco, MercaCórdoba, la Fundación Artdecor Ciudad de las Ideas o la Fundación Arquitectura Contemporánea, entre otras muchas».

El perol de hoy

El perol gourmet que se celebrará hoy en la plaza central, transformada por los vecinos y con una imagen final que pretende ser una sorpresa para quien acuda a la cita, es una de las acciones innovadoras impulsadas por In-Habit para romper la barrera que separa Las Palmeras del resto de Córdoba, compartiendo un arroz para 500 personas elaborado por tres chefs cordobesas y las propias vecinas. 

Mar Delgado: "No solo se ha visibilizado el empoderamiento de las mujeres, sino los vínculos con más de 50 empresas e instituciones"

Aunque aún queda camino por andar, las sensaciones que provoca en el barrio este proyecto son palpables. Nuria Chacón, vecina de Las Palmeras de toda la vida, graduada en Magisterio y máster de Psicología aplicada a la Educación, ha sido contratada como técnico social para servir como enlace entre el proyecto y los habitantes de la zona. «Cada vez despierta más curiosidad y más entusiasmo», asegura, «las mujeres se han volcado desde el principio en todas las salidas culturales, en los talleres que impartimos los miércoles y en todas las acciones de transformación del barrio, y poco a poco están contagiando a los hombres, mucho más reacios, y a los jóvenes, que no se lo acaban de creer».

Toñi Carrillo, con otras vecinas del barrio implicadas en el proyecto.

Toñi Carrillo, con otras vecinas del barrio implicadas en el proyecto. / CÓRDOBA

En su opinión, ese rechazo tiene que ver con el desencanto que han dejado en los vecinos otros proyectos anunciados que quedaron en agua de borraja. «La gente está viendo con In-Habit que puede opinar sobre lo que quiere para su barrio y que las propuestas no se guardan en un cajón sino que se hacen realidad». Nuria, que compagina su trabajo en In-Habit con la preparación de las oposiciones, sueña con ser maestra en Las Palmeras. «Yo soy hija única, he estudiado gracias al apoyo de mis padres, que han trabajado duro para que pueda hacerlo», señala, «la educación es el motor de la vida y del mundo y me gustaría ayudar a reducir esa brecha que hay en mi barrio».

Entre otras actuaciones, se han pintado los bancos, construido un merendero y decorado con flores los patios.

Entre otras actuaciones, se han pintado los bancos, construido un merendero y decorado con flores los patios. / A.J. González

La próxima actuación será la renaturalización del Arroyo Cantarrana con la plantación de más de 200 árboles. «El acercamiento a la cultura, la recuperación de las fiestas de Córdoba que aquí se habían dejado de celebrar y las salidas a Flora o a los monumentos de la ciudad también están sembrando algo en la gente, que después de mucho tiempo aislados sienten que se les escucha y se les tiene en cuenta», afirma convencida. 

Nuria Chachón: "La educación es el motor de la vida, me gustaría ayudar a reducir esa brecha que hay en mi barrio"

Toñi Carrillo es una prueba de que la ilusión ha calado en el barrio. Cuando contesta al teléfono, pide que la llame más tarde porque tiene que bajar a recibir los cuencos que este domingo se repartirán a las personas que acudan al perol gourmet. «Yo soy una vecina más que quiere luchar por el barrio», explica, «nunca he estado en las asociaciones, pero he visto cómo otros han venido aquí con proyectos que no se han hecho, por eso esto es para nosotras un rayo de esperanza». Sabe que hay mucha gente mirando con incredulidad desde afuera. «Estaría bien que los hombres se volcaran como nosotras, pero vamos poco a poco, cuando pintamos los bancos la primera vez se ofrecieron a ayudar cuando nos vieron y también están con nosotras en la milla haciendo las paellas», dice comprensiva.

Si tuviera que escribir una carta a los Reyes Magos, Toñi les pediría «más vigilancia y una limpieza en condiciones de todo el barrio para mantenerlo a partir de ahí», asegura resuelta, «hay mucha suciedad y no basta con venir a quitar cuatro latas y papeles, hay que hacer algo a fondo». Mientras eso ocurre, Toñi y sus compañeras tienen la vista puesta en el perol gourmet de hoy. «Yo estaré trabajando con mi amiga Carmen para hacer un perol, tengo experiencia por la milla y ya he advertido a las cocineras que si el nuestro sale más bueno, que nadie se enfade».

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