patrimonio

Se busca empresa para la retirada de tierra previa a la investigación arqueológica en la plaza de Armas de Medina Azahara

La adjudicataria deberá recoger tierra, calcarenita y amianto y trasladarlos a diferentes lugares

Noelia Santos

Noelia Santos

La Junta de Andalucía ha sacado a licitación un contrato de algo más de 18.000 euros para realizar trabajos de excavación y movimiento de tierras en la plaza de Armas de Medina de Azahara, unas labores previas al Proyecto General de Investigación Arqueológica (PGI) que realizan anualmente el Instituto Arqueológico Alemán y la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. 

Este PGI contempla dos actuaciones fundamentales: una, la prospección geofísica completa de la plaza para determinar y documentar la posible existencia de estructuras arqueológicas previas a la configuración de la plaza, a fin de conocer la evolución histórica de la misma; y dos, la realización de sondeos geotécnicos para conocer la paleotopografía de ese inmenso espacio, es decir, la situación de la montaña en el momento previo a la enorme explanación que realizaron los ingenieros del califato para configurar su actual forma aplanada.

El primer paso de esas dos actuaciones previstas es la liberación de las tierras arqueológicas allí existentes, que es lo que sale a contratación. Estas tierras arqueológicas deberán ser trasladadas a vertedero autorizado previo control arqueológico por parte de un arqueólogo.

Planchas de uralita

Igualmente, los miles de fragmentos de piedra calcarenita procedentes de las excavaciones deben ser removidos de ese espacio y trasladados a otra zona del interior de Medina Azahara que se encuentra aún sin excavar, concretamente a la zona más oriental del Alcázar, porque podrán ser empleados en el futuro en las obras de restauración que puedan ejecutarse. De la misma forma, según expone la memoria del contrato, es urgente retirar de manera controlada y con todas las exigencias de prevención de riesgos laborales por residuos tóxicos, una gran cantidad de planchas de uralita allí depositadas en el transcurso de las excavaciones.

En resumen, la empresa que se haga con el contrato deberá coger las tierras arqueológicas de los sondeos (que irán al vertedero), la calcarenita (que irá al yacimiento) y los residuos de amianto.