DÍA NACIONAL SIN JUEGO DE AZAR

Aumenta un 20% la adicción de los menores a los videojuegos en Córdoba

Acojer y LAR alertan de que las videoconsolas «son un riesgo total» y pueden ser un trampolín al juego de azar

Estiman que los problemas con esta actividad han subido en torno a un 30% entre jóvenes a partir de 18 años

Niños juegan en un salón recreativo.

Niños juegan en un salón recreativo. / CÓRDOBA

Pilar Cobos

Pilar Cobos

El videojuego como trampolín de los más pequeños a los juegos de azar. Esta es la visión de Ludópatas Asociados Rehabilitados (LAR) y de la Asociación cordobesa de Jugadores en Rehabilitación (Acojer), que alertan de que el número de menores de edad adictos a las videoconsolas ha crecido en torno a un 20%.

Fracaso escolar, ansiedad y un «descontrol total» son los principales efectos de este problema para los niños y adolescentes. Estos colectivos afirman, asimismo, que los videojuegos son «una incitación pura y dura» a otros juegos, porque en algunos casos los usuarios necesitan ganar privilegios o comprar mejoras para ascender a niveles más altos. 

En estos términos se expresa Antonio Montserrat, vicepresidente y monitor de LAR, quien entiende que los videojuegos se convierten en «una iniciación a la ludopatía. Juegan con dinero virtual, los están enseñando», denuncia. En su opinión, los jugadores de máquinas tragaperras suelen comenzar más tarde, pero en la actualidad «el peligro total» es la actividad online.

Según describe, en los problemas futuros no solo inciden las videoconsolas, sino también factores como la publicidad que puede encontrarse en redes sociales o la realizada por youtubers. Los menores pasan de la consola a las apuestas deportivas o la ruleta. «Empiezan a probar con el juego de azar con unos 16 años», indica. LAR atiende a menores de forma privada, con el servicio de un psicólogo. 

Antonio Montserrat, vicepresidente y monitor de LAR, en una imagen de archivo.

Antonio Montserrat, vicepresidente y monitor de LAR, en una imagen de archivo. / MANUEL MURILLO

18 años y deudas de hasta 5.000 euros

En cuanto a la evolución del problema, cuando los jóvenes comienzan a tener algo de dinero, aumenta la adicción y buscan recursos para seguir jugando. «Microcréditos, prestamistas, tarjetas revolving con unos intereses bestiales. Se hacen barbaridades», enumera Antonio Montserrat. 

De esta forma, el colectivo ha recibido a chavales de 18 y 19 años de edad con deudas de hasta 5.000 euros. De hecho, la mayoría de las personas que ingresan nuevas ronda estas edades. «El aumento de jóvenes es brutal. Entre los 18 y los 23 años ha subido un 30% la adicción al juego de azar», asegura. Este experto se muestra convencido de que las empresas «buscan a un consumidor joven, que tenga más trayectoria de años jugando». 

El perrito caliente en los salones

Entre otras cuestiones, destaca que ahora se ha reducido la publicidad de apuestas deportivas (tiene limitación horaria), pero en las plataformas privadas pueden verla familias con niños. 

Respecto a las salas de juego, admite que la normativa es buena, «pero los salones no la cumplen». En ocasiones permiten la entrada de personas autoexcluidas (con prohibición de entrar) y «hay menores de 16 años que van a ver un partido de fútbol, con la cerveza le regalan el perrito y alguno pica. Si tiene la mala suerte de ganar 200 euros, con esa edad quiere repetir», describe el vicepresidente de LAR. 

Salvador Secilla, presidente de Acojer, en una imagen de archivo.

Salvador Secilla, presidente de Acojer, en una imagen de archivo. / A. J. GONZÁLEZ

«Los videojuegos son un negocio igual que la tragaperras»

Por su parte, el presidente de Acojer, Salvador Secilla, define los videojuegos como «un riesgo total» y precisa que en esta asociación realizan terapias con menores adictos en las que están participando niños desde los 13 años. Este problema conduce al fracaso escolar, la ansiedad y «un descontrol total» entre personas que llegan a jugar durante 14 horas.

Para este especialista en el tema, la similitud con el juego de azar es «el afán de ganar». De este modo, acerca de la incitación al gasto de dinero, expone que «el videojuego ya es un negocio igual que la máquina tragaperras».

Salvador Secilla apunta otras consecuencias de los abusos de las videoconsolas y las nuevas tecnologías, como que los niños «no saben jugar entre ellos. No hay comunicación», y también que se puede producir una incitación a la violencia. 

Más mujeres con adicciones: juego, compras o trabajo

El presidente de Acojer también estima que el incremento de la adicción al juego en el colectivo de 18 a 23 años de edad podría situarse en torno al 30%. En esta línea, la asociación ha informado recientemente de que un 2% de la población andaluza tiene problemas con el juego, lo que significa que «hay muchas personas con problemas reconocidos y hay otras muchas en riesgo». 

Entre otras ideas, Secilla recuerda que la ludopatía no tiene estatus social y en Acojer «tenemos desde personas con un poder adquisito alto a otro súper bajo». 

Este responsable confirma el aumento de las adicciones comportamentales entre las mujeres, que son «más reacias a pedir ayuda», lamenta. El juego de azar, la compra compulsiva y la adicción al trabajo son algunos de los problemas que tratan en su terapia.

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